El vecino de Formosa que escucha la 99.9 todas las mañanas contó en primera persona lo que viven allí cotidianamente.
La situación que viven los vecinos de Formosa ha sido retratada en medios nacionales pero no deja de impactar el alcance que tiene en la población. Allí vive Néstor Ferrari, oyente habitual de la 99.9 desde hace 20 años que habló luego de participar en las marchas reclamando no regresar a Fase 1.
“El viernes de la semana pasada que fue la manifestación donde se reprimió por la vuelta a la Fase 1. Fue espontánea, no armada políticamente porque estamos hartos del encierro. Tenemos una incertidumbre, ansiedad y angustia por el abuso de autoridad”, indicó.
Para los habitantes de la provincia lo que hace el gobierno nacional también es una canallada porque le brinda constantemente el apoyo al gobernador avalando sus abusos: “el gobierno presentan esto como un éxito total porque los números son bajos pero a costa del sacrificio de todas las libertades individuales. Hay gente que ha perdido lo que le costó años construir”.
Como siempre pasa con los dirigentes peronistas, Ferrari denunció que incluso el dinero que se envío para ayudar al pueblo lo transformaron en un negociado: “en Formosa un 94% de los ingresos del gobierno es de la coparticipación nacional y no le incide la recaudación, por eso pueden ahogar o desentenderse de la actividad privada. Les han mandado plata para ayudar con la pandemia y lo transformaron en un negocio”.
Lo que sienten es que están ante una dictadura a la cuál de a poco, le han ido perdiendo el miedo y el respeto: “se convierte en una dictadura porque tanto el poder judicial como el legislativo está bajo al mando absoluto de Insfrán, es una autocracia y el que piensa distinta pasa a ser considerado un odiador o un delincuente. En 25 años es la primera vez que veo una manifestación de este tipo donde el pueblo salga a la calle cansado del gobierno”, destacó Néstor.
Desde entonces, los comerciantes abrieron las puertas de sus comercios a pesar de las restricciones y esperan que haya una respuesta del gobierno: “los comercios abrieron en rebeldía. Insfrán dijo ayer que no le temblará el pulso para tomar las medidas que tenga que tomar y por las redes comenzó a circular una ley que fue sancionada el año pasado. Ahí se aplican arrestos de 5 a 30 días para las personas que infrinjan la ley de higiene pública y de 10 a 60 días si son más de tres. Están mostrando el garrote. Creo que está coqueteando con la intervención nacional”.