“No estuve a la altura del estándar”, reconoció el directivo. Los 2 incidentes que relató su jefe.
El CEO de Netflix, Reed Hastings, anunció este viernes que despidieron a Jonathan Friedland, el más alto responsable de las relaciones públicas de la empresa, porque hizo varios de “baja sensibilidad racial”.
En un extenso memo interno enviado a toda la compañía, Hastings explicó que el director global de comunicaciones de Netflix había usado en distintas ocasiones “la palabra con N”, un recurso que usan los estadounidenses para referirse al término despectivo “negro” (“nigger”, en inglés).
“Jonathan contribuyó enormemente en muchas áreas, pero su uso descriptivo de la palabra con N en al menos dos ocasiones en el trabajo mostró una baja conciencia y sensibilidad racial, y no está en línea con los valores de la compañía”, escribió Hastings en el comunicado.
Más tarde, Friedland confirmó en tuits que dejaba Netflix y admitió que no actuó con delicadeza al usar el término.
“No estuve a la altura de los estándares cuando fui insensible al hablar a mi equipo sobre las palabras que son ofensivas en la comedia. Me siento terrible por el mal momento que este lapsus le causó a gente que quiero de esta empresa, en donde yo deseo que todos se sientan incluidos y apreciados”, dijo el despedido directivo.
Friedland llevaba 6 años como máximo responsable de relaciones públicas de Neflix en 190 países. Antes había trabajado en las comunicaciones corporativas de Disney y como periodista en el Wall Street Journal.
“Lamentablemente su falta de criterio en este asunto fue demasiado grande para que permaneciera” en la compañía, dijo su jefe.
“Falta de comprensión”
La primera ocasión que relató el CEO en el comunicado fue una reunión del personal de relaciones públicas sobre palabras delicadas. Hastings contó que varias personas le dijeron a Friedland lo inapropiado y dañino que fue al usar ese término, y él se tuvo que disculpar.
Tres meses después, el directivo habló en una reunión para empleados de raza negra y no hizo mención alguna al incidente, lo que, según Hastings, por muchos “fue interpretado como que no le importaba ni se hacía responsable de sus dichos”.
Friedland, que es blanco, repitió luego la misma palabra durante un encuentro con dos encargados de recursos humanos de raza negra, quienes intentaban ayudarlo a lidiar con el problema. “Este segundo incidente confirmó una profunda falta de comprensión”, escribió el CEO.
Hastings aprovechó el comunicado para reflexionar sobre el debate por el uso de la palabra. “Su uso en la cultura popular, como en la música y el cine, ha generado cierta confusión sobre si hay momentos en que la palabra con N es aceptable. Las personas no-negras nunca deberían pronunciar la palabra ya que no hay contexto en que sea apropiado o constructivo”, señaló.
“En ningún contexto, hay forma de neutralizar la emoción y la historia detrás de la palabra”, afirmó.