El escritor Nicolás Márquez habló en la 99.9 sobre su nuevo libro “La Máquina de Matar” dedicado a mostrar lo que definió como el “lado desconocido” del “Che” Guevara. “Hizo más méritos para ser criticado que para ser héroe y hoy es un logotipo comercial”.
Después de su primer libro sobre el Che Guevara titulado “Che, el canalla”; el autor marplatense Nicolás Márquez decidió recientemente publicar un segundo trabajo bajo otro rótulo fuerte: “La Máquina de Matar”. El objetivo de ambos libros es el mismo, abordar la historia desconocida del argentino que se ha transformado en un ícono.
En la 99.9, Márquez dio detalles de esta idea: “había escrito un libro sobre el Che Guevara hace 10 años y en el transcurso de escribir y viajar encontré mucha documentación y por eso me animé a ampliar la biografía. El título es “La Máquina de Matar” que es una frase del propio Guevara”.
No es una casualidad que elija el 2017 como año de su publicación, ya que se cumplen 50 años de su muerte: “seguramente en todo el mundo occidental lo van a venerar, pero el conocimiento general tanto para los que lo quieren como para los que no, es muy pobre. No se conoce su vida, su combate y sus pensamientos. Hizo más méritos para ser criticado que para ser héroe”, afirmó planteando una postura desde el inicio.
Luego la argumentó: “era una persona absolutamente violenta e intransigente. Tiene todas las características de un mito, está sobredimensionado por todo contexto. Se exageran sus virtudes y se ocultan por completo sus debilidades y miserias”. Entre las cosas que se han ocultado y abordan sus obras, recordó que “el Che Guevara en Sierra Maestra cometió 14 fusilamientos de gente de su propia columna por indisciplina, hay un episodio más complicado que es con la Revolución donde manejó dos campos de concentración que eran campos de exterminio de disidentes directamente”.
Incluso puso en duda sus victoria que lo han llevado a la eternidad: “lo curioso es que no se le conocen triunfos ni como militar, ni como banquero, ni como estratega, ni como ministro, ni como ideólogo y se lo identifica con la frase “Hasta la Victoria Siempre” que marca la desnaturalización de su imagen“. Para ratificarlo citó un ejemplo poco mencionado en su historia: “hubo otro terreno inexplorado que es cuando va a Angola donde intenta conseguir el apoyo de Mao Tse Tung y Fidel Castro lo abandona en África. Luego lo recluta para mandarlo a Bolivia y ahí lo vuelve a abandonar. Cuando fue a Angola pretendía hacer una revolución de 5 años pero sólo estuvo 7 meses y nunca combatió porque las personas de raza negra desconfiaba de los blancos. Se la pasó jugando al ajedrez. Cuando huyó, escribió en su diario personal que era la historia de un fracaso”.
La veneración de su figura se ha transformado en algo más que una cuestión ideológica, aunque no siempre fue así: “el Che tuvo dos etapas post mortem. Ni bien muere la imagen era bastante acorde con lo real, era un hombre de acero que creía en la intransigencia y la violencia política influyendo en muchas generaciones y movimientos revolucionarios de la etapa del 70. De fines de los 80 para acá hay otro Che Guevara, el pacifista y multicultural que anda peregrinando por todos lados tratando de ayudar al prójimo. Hay una distorsión asombrosa en el medio”, dijo Márquez.
La conclusión es que le vieron otro lugar dentro de la historia y que estaba más ligada al capitalismo: “hoy el Che Guevara es un logotipo comercial, una cosa muy desnaturalizada y se lo venera de esa forma porque no se lo conoce. Post mortem se transformó en un negocio enorme que se vende en el mercado. El portal más exitoso se llama TheCheStore.com que tiene como slogan “para satisfacer todas sus necesidades revolucionarias”, volvió a ejemplificar.