Nigeria: “Cadáveres en todas partes” tras asalto de islamistas de Boko Haram

Los yihadistas fueron de casa en casa, sacando a los jóvenes en edad de combatir, y los abatieron en la calle, según varios testimonios que escuchó la ONG Amnistía Internacional.

-Borye Kime huyó a Chad junto con miles de habitantes cuando los islamistas de Boko Haram asaltaron su ciudad de Baga, en el noreste de Nigeria.
Este pescador de 40 años regresó este lunes por la mañana a su localidad tras cruzar el Lago Chad en una canoa. “Hay cadáveres en todas partes”, dijo a la AFP, “todo el pueblo huele a cuerpos en descomposición”.
El pasado 3 de enero un grupo de islamistas armados conquistó Baqa y tomó el cuartel militar. En los días posteriores, los yihadistas incendiaron el pueblo y al menos 16 asentamientos de los alrededores.
Ahora se empieza a saber lo que ocurrió en el norte remoto del Estado de Borno, y se teme que sea el ataque más mortífero de Boko Haram, responsable de la muerte de más de 13.000 personas desde que debutó su rebelión hace seis años.
El sábado, otro hombre, Yanaye Grema, explicó que tuvo que esconderse durante los tres días en que los islamistas saquearon Baga. Consiguió huir finalmente el martes 8 a través de los matorrales, ayudado por la oscuridad.
“Durante cinco kilómetros, caminé sobre cadáveres”, contó.
Los yihadistas fueron de casa en casa, sacando a los jóvenes en edad de combatir, y los abatieron en la calle, según varios testimonios que escuchó la ONG Amnistía Internacional.
“Basándonos en esos testimonios podemos afirmar que centenares de civiles murieron en ese ataque, si no más, y miles tuvieron que huir”, aseguró un miembro de la ONG en Nigeria, Daniel Eyre.
Montones de cadáveres. Kime sabía que corría un riesgo al regresar a Baga, pero tenía que volver a recuperar los ahorros de toda su vida y el dinero que le habían entregado para que lo guardara a buen recaudo.
“Al principio intenté llegar a la ciudad por el norte, pero vi linternas y oí a gente hablando. Por las siluetas, supe que era una barricada de Boko Haram”, dijo.
“Me fui y volví por el mercado de ganado, donde vi montones de cadáveres esparcidos por todas partes. Está claro que era el escenario de una masacre”, relató.
A la luz de la luna, pudo ver que la ciudad estaba en ruinas. Su propia casa estaba casi destruida por el incendio, pero aún así consiguió recuperar su dinero.
“No me quedé más de 10 minutos”, explicó. “Hacia las 03H00 estaba en la canoa remando de vuelta a Dubuwa”, un pueblo de Chad, recuerda. “El miedo sólo me invadió a mi regreso. Entonces me di cuenta del peligro en el que me había metido”, reconoce.
El gobierno nigeriano declaró que el ejército está “persiguiendo activamente” a los islamistas en el marco de una operación para retomar Baga.
Pero Kime aseguró que no había “un solo soldado en Baga”. Otros señalaron que las tropas abandonaron sus puestos cuando Boko Haram atacó, dejando el combate en manos de las milicias civiles.
“Las milicias lucharon un tiempo, pero se retiraron porque no podían afrontar el armamento pesado de Boko Haram”, explicó Mala Kyari Shuwaram, un jefe local de Baga que también huyó a Dubuwa.
“Estuvo bien que las milicias opusieran resistencia porque dieron tiempo a que muchos de nosotros huyéramos de Baga y tomáramos canoas en el Lago Chad. De no ser por eso, todos habríamos muerto”, añadió.
“Yo mismo ayudé a cuatro soldados huidos a subir a un bote […] Tiraron sus armas y se escaparon con nosotros”, explica.
Muchos de los que escaparon se instalaron en las islas de Lago Chad. Según Shuwaram, unas 1.000 personas, incluidos los cuatro soldados, pasaron tres días en el Lago.
El desorden de la huida separó a familias y aumentó la presión sobre las autoridades locales en las áreas fronterizas con Chad, Níger y Camerún.