La abogada y madre de una de las víctimas de la Tragedia de Cromañón habló en la 99.9 al cumplirse un nuevo año del hecho que terminó con 194 víctimas fatales: “Hemos trabajado muchísimo para que no pase nunca más, pero siguió pasando“.
16 años después nada parece haber cambiado. Cada fin de año vuelve a nuestras mentes el recuerdo de aquella mañana del 31 de diciembre cuando la noticia de lo sucedido en la Tragedia de Cromañón paralizó a la Argentina.
Aún luego de tanto tiempo, los familiares de las víctimas siguen pidiendo justicia y un mejor control de lo que pasa en eventos de estas características. Nilda Gómez es abogada y madre de una de las víctimas aquella noche y habló sobre sus sentimientos a través de la 99.9: “esto sigue presente, no es propio de Capital Federal sino de todo el país. Se cometen injusticias de diversas maneras con los jovenes. Después se deslizaron varios Cromañones de distintas maneras y en distintos lugares. Se sabe que están haciendo todo mal y hay corrupción en funcionarios y a los privados no les importa nada, ponen medias sombras, no hay salidas de emergencia….todo se repite en otros lugares”.
En su momento, los familiares se reunieron y formaron la Asociación “Familias por la Vida” buscando que otras personas no pasen por la misma situación que ellos vivieron. “Hemos trabajado muchísimo para que no pase nunca más, pero siguió pasando. Son situaciones que se van repitiendo en distintos lugares del país. A veces escuchas a los grandes diciendo que los jóvenes son un peligro, pero me parece que los adultos somos más peligrosos cuando no hacemos aquello para lo que nos pagan y los funcionarios terminan haciendo la vista gorda. Muchos privados también siguen aplicando la lógica Cromañon: ponen el precio de una entrada por encima del valor de una vida”, dijo Nilda.
Entre todos los responsables de la Tragedia, está Aníbal Ibarra que hoy ha vuelto a ocupar un cargo dentro del gobierno generando más indignación entre los familiares: “Ibarra es amigo personal del presidente y está trabajando en el Banco Central. Tendría que dedicarse a lo privado y salir del Poder Ejecutivo. Es responsable político, no alcanzó para la responsabilidad penal y tampoco para la inhabilitación. Hubo una especie de encubrimiento en aquél momento con un corporativismo que marcó que sólo se llegaría hasta la destitución. Tuvo el apoyo de mucha gente en aquél momento porque fue una persona destacada en el juicio contra los militares”.
La responsabilidad política de Ibarra estuvo demostrada desde un primer momento con su accionar al frente del Gobierno de CABA: “costó muchísimo que se entendiera que se había desarmado a todo el sistema de inspección sin levantarle sumarios y se quedaron con un cuerpo de control de 12 inspectores que estaba a cargo de una amiga de Vilma Ibarra que era maestra jardinera. Se dio cuenta que tenía un foco de corrupción y no le llegaba la plata por lo que desarticuló los 300 inspectores que tenía para reemplazarlo por 12 personas y poco tiempo después llegó Cromañón”, sintetizó Gómez.
Respaldado por personas que hoy tienen cargos importantes, Ibarra empieza de a poco a ser convocado incluso a los medios y la bronca de los familiares, por dentro, empieza a crecer: “lo de Ibarra es vergonzoso y lo llaman ahora para hablar de todo en programas de televisión cuando tiene 194 muertos en su espalda. Callejeros salió a cantar de nuevo como si estuvieran en lo máximo de su carrera y se conoció hace poco que se encargaron de sacarle el tizne a los billetes que les pagaron por las entradas que vendieron mientras nosotros velábamos a nuestros hijos”.
Se dice habitualmente que el paso del tiempo cura todas las heridas, pero Cromañón es una herida que nunca cicatrizó; que sigue abriendose en lo cotidiano y que no ha podido cambiar una triste realidad.