Un video que se viralizó en las redes muestra con crudeza los efectos de la sobreexigencia en los chicos deportistas
El video dura apenas un minuto y muestra una conversación en el auto entre un nene de 6 años y sus papás. El tema es el partido de fútbol que el chico, todavía vestido de arquero, acababa de disputar y que parece haberle causado una enorme desazón. “Que pongan otro arquero, yo no soy el mejor: me metieron un gol `en caño`. ¡¡¡Un gol `en caño` me metieron a mí!!!, llora desconsolado el arquerito mientras sus padres lo intentan calmar.
Aunque no muestra mucho más que ese diálogo, el video terminó por viralizarse ayer en las redes sociales donde reabrió una vieja discusión. Mientras que algunos usuarios vieron en él el simpático apasionamiento de un chico por el fútbol; otros lo compartieron como un ejemplo de la angustia que sufren muchos chicos cuando la sobre exigencia en el deporte le quita al juego toda su diversión.
El protagonista del video, como su supo más tarde, se llama Tobías, juega en el Club Brisa del Sud de Mataderos desde que tiene 4 años y su papá es Lisandro Mendoza, un arquero profesional que ha jugado en Atlanta, Temperley, Aldosivi y Deportivo Español. El mismo grabó el video para compartirlo en las redes sociales sin imaginar la repercusión que iba a tener.
“Siempre lo filmo y subo los videos en las redes para que lo vean familiares que tenemos en San Nicolás. Nunca imaginé que ahora se iba a viralizar”, cuenta Lisandro, quien asegura no haber presionado nunca a su hijo para que jugara en el arco como él.
“Yo en realidad no quería que atajara, le decía que mejor fuera jugador, pero él nunca quiso, siempre me decía que quería ser arquero como yo y la verdad que mal no le va”, confiesa el papá.
En el video no se observa sin embargo que el nene esté tan convencido. “Ser arquero es lo más aburrido del mundo: tenés que esperar a que la pelota venga. Ya está; voy a ser jugador ahora”, se lamenta llorando. “¿Pero jugadores hay un montón, Toby?”, le dice su mamá. “Ademas vos sos el mejor arquero. No hay otro arquero; vos sos el mejor”, agrega su papá.
Aunque admite no haber visto el video, el psiquiatra Miguel Angel Russo reconoce que la escena le resulta más que familiar. A lo largo de una carrera profesional vinculada al deporte, asegura haber visto decenas de veces como la sobre exigencia sobre los chicos que hacen deporte termina alejándolos de él. De hecho durante un tiempo solía darle charlas a los padres de las ligas infantiles de fútbol para alertarlos sobre este tipo de situación.
“Muchos padres no se dan cuenta hasta qué punto su actitud, cuando llevan a los hijos a practicar un deporte, termina ejerciendo sobre ellos una enorme presión -explica Russo-. A una edad en que los chicos están desarrollando todavía su aparato psíquico, la presión de sus papás puede hacerles mucho mal. Y es que al atentar directamente sobre el componente lúdico del juego, esa presión hace que los chicos dejan de disfrutarlo y lo empiecen a padecer”.