Las teorías que hablan de efectos nocivos de las vacunas han sido ampliamente desacreditadas.
En los últimos años, cobró fuerza en distintos países el movimiento antivacuna, que propone no inmunizar a los chicos bajo la premisa de que estos tratamientos producen efectos adversos a la salud.
Esta teoría, basada en una investigación de 1998 firmada por el excirujano británico Andrew Wakefield, fue ampliamente desacreditada en los últimos años, pero todavía quedan muchos padres que eligen este camino poniendo en riesgo la salud de sus hijos y la de los niños que los rodean.
La usuaria de Twitter @PreguntaMama reveló cómo esta falsa creencia la afectó personalmente. “Un día íbamos por la vida mi esposo y yo pensando que las vacunas eran, algunas electivas y otras obligatorias. Siempre vimos a la varicela como algo que nos dio en nuestra infancia y pues, ¡aquí estamos vivos y saludables!”, afirmó.
En vista de eso, su marido y ella decidieron no vacunar a sus hijos contra esta enfermedad. En una visita médica, el pediatra les dijo que “de cualquier forma no había mucho riesgo”. Eventualmente, su hija mayor contrajo varicela y, bajo la idea de que “mientras más pequeños [los chicos], menos molesta la enfermedad”, dejaron que el menor, de dos años y medios de edad, se contagie “para salir de eso”.
El niño experimentó malestar y llanto constante, pero pasó. Dos semanas después del fin de los síntomas, empezaron a aparecer otras señales preocupantes. La mitad de su rostro estaba paralizado a causa del síndrome de Ramsay Hunt, originado por el virus de la varicela, que afecta el nervio facial que conecta con el oído y puede producir sordera y lesiones oculares.
Para salir adelante el chico necesitó medicación, terapia muscular y de lenguaje. Sin embargo, quedaron secuelas, como sordera leve, vértigo y pérdida de movilidad de un párpado.
“Hoy estamos celebrando su cumpleaños número seis. Damos gracias a Dios de tener un hijo perseverante y luchador. Nos arrepentirnos siempre de nuestra decisión de no vacunarle en contra de la varicela y siempre que podamos, lo contaremos a otros padres. Ustedes, cuéntenlo también”, pidió.