El director del Observatorio Vial Latinoamericano (OVILAM), Fabián Pons, habló en la 99.9 respecto de la cantidad de víctimas revelada en el Día de la Seguridad Vial. Se afirma que en 20 años perdieron la vida 152.970 personas. “Hay que trabajar en formas más profundas de concientización, además del control y la sanción”, advirtió.
Los siniestros viales en Argentina se han llevado muchas vidas. En el Día de la Seguridad Vial, se dio a conocer que en los últimos 20 años fallecieron 152.970 personas por esta causa, encendiendo una vez más la luz de alarma sobre el tema.
Esta mañana en la 99.9, el titular del Observatorio Vial Latinoamericano (OVILAM), Fabián Pons, se refirió a las conductas que generan la mayoría de los accidentes: “lamentablemente, no nos pueden poner un policía atrás de cada uno. Hoy en día la inseguridad vial es un gran flagelo que tiene su mayor fuente de siniestralidad en los factores humanos. Lejos de reducirse, se incrementa día a día”.
Hay cuestiones que nunca se ponen en la balanza al momento de analizar la problemática e ir más allá de los titulares: “se pierden vidas, quedan personas afectadas de por vida, como afecta económica y socialmente, aunque es evitable. No estamos trabajando de forma inteligente, generando diagnósticos y brindando soluciones a los diagnósticos. Pasamos la etapa de ‘no usar casco es peligroso’, hay que trabajar en formas más profundas de concientización, además del control y la sanción”.
Dentro de los puntos a trabajar, está la construcción de una estructura de ferrocarriles que permita desagotar las rutas: “los camiones participan en el 30% de los accidentes viales, justamente por la diferencia de masas. Si se reconstituye el tejido del ferrocarril tendríamos una gran solución. No se piensa en la seguridad vial como un tema estratégico, sino que se están tirando tiros a la luna”.
Otro de los factores que destacó Pons tiene que ver con las adicciones: “el control de la alcoholemia y la drogadicción requiere que se trabaje en la educación y que sean severos en los controles. No se puede desconocer que alguien que tomó alcohol o drogas tiene alteraciones. Debe haber penas ejemplificadoras, porque aún así deciden hacerlo”.
Sin embargo, para los políticos no es un tema de agenda inmediata y la problemática se ha naturalizado: “nos hemos acostumbrado a estas cosas, no falta día donde nos enteremos de algún accidente. Es algo tan de todos los días que se vuelve tan natural como la salida del sol. No nos afecta, no nos perturba, salvo que lo vivamos en carne propia”.