El Licenciado en Relaciones Internacionales, Federico Gaon, habló en la 99.9 sobre la incidencia del islam en Europa y remarcó que prácticas como las sucedidas en Colonia a finales del año pasado era algo que venía sucediendo habitualmente pero los medios nunca lo habían tratado: “los medios superaron el tabú y empiezan a hacer preguntas al respecto”, destacó.
El fenómeno sucedido en Colonia a fines del año pasado con una masiva manifestación de violaciones y manoseos en lugares públicos, tiene un análisis interesante que se debe abordar para comprender el origen de hechos de este tipo. El licenciado en Relaciones Internacionales y especialista en temas de Medio Oriente, Federico Gaón, explicó algunos puntos particulares en la 99.9. En principio se refirió a la ausencia de un tema que sucede desde hace un tiempo en los medios europeos: “es algo hasta comprensible. Al hablar de un grupo étnico particular suscita controversia porque despierta los peores hábitos del continente europeo como el racismo y la xenofobia. Es comprensible la renuencia de los medios y políticos europeos para hablar del tema”, destacó.
Ese cambio radical en la mirada de estos temas, tiene que ver con los partidos que están tomando sectores importantes de poder en todo el continente: “hoy los partidos populistas están en alza, se están transformando en sociedades diferentes. Esto tiene que ver con la inmigración de países musulmanes. Cuando viene un político con declaraciones rimbombantes sobre el racismo, empiezan a apoyarlo”, agregó.
La injerencia de las culturas que tienen como eje el islam tampoco es una casualidad, sino que forma parte de un proceso que se había anunciado previamente. “Hace algunos años, cuando Gadaffi era bien recibido por los mandatarios europeos, dijo en Roma bien claro que el islam conquistaría Europa no por las armas, sino gracias a los vientres de nuestras mujeres. Hoy eso es cierto en algún punto. Cuando uno ve la tasa de crecimiento poblacional, nos encontramos que los europeos seculares que están abocados en su carrera profesional antes que en una familia, tienen menos hijos que los musulmanes”, destacó Gaón.
No pasa sólo por ese crecimiento demográfico puntual, sino porque no se acoplan a la vida en sociedad: “el problema es que viven en barrios aislados que en algunos casos ni siquiera entra la policía, manejan sus propias reglas y son zonas liberadas. La ley positiva del Estado no se aplica en todos lados, sino que hay una ley musulmana de facto”.
Sobre el incidente puntual en Colonia, el especialista en temas de Medio Oriente aclaró que “no es una cuestión que comenzó de la noche a la mañana, las violaciones venían de antes y el tema ahora empezó a mediatizarse. Los medios superaron el tabú y empiezan a hacer preguntas al respecto”.
Las explicaciones más sencillas tienen que ver con una religión que avala en cierto punto situaciones de este tipo: “cuando vemos la cultura de los países musulmanes donde la religión tiene un peso fundamental, nos encontramos con que el discurso religioso se legitima este tipo de prácticas a los efectos de humillar al infiel y para que los potenciales violadores puedan desahogarse de los problemas. Sería legítimo, sería legal porque desahoga al violador y además humilla a la mujer que tiene prácticas impuras”, detalló.
La posibilidad de establecer el multiculturalismo en Europa está llegando a su fin y según Gaón: “tiene sus límites. Cuando uno habla de organizaciones como Greenpeace o Médicos sin Fronteras, el inicio se da desde occidente. No se puede ser tolerante con quien es intolerante, ese es el límite del multiculturalismo”.
Estos fenómenos, no tienen que ver ya con personas nacidas en Siria u otros países que tienen la cultura islámica muy presente, sino que se ha trasladado al continente europeo. También allí, el especialista dio su opinión sobre los motivos. “Tenemos el fenómeno de europeos que están nacidos y criados en el continente que realizan los atentados, pero se explica con el peso de la religión en el islam que no tiene parangón con ninguna otra religión o grupo del mundo. Hay mezquitas, escuelas y centro culturales que transmiten mensajes horribles, pero a su vez el estado no se mete en esos lugares”, destacó finalmente.