Los vecinos del Complejo Habitacional SOIP están sufriendo por falta de agua y no tienen respuestas de Obras Sanitarias. Así lo indicó esta mañana en la 99.9 el administrador del barrio, Adrián Saravia. Y destacó: “estamos cansados. La gente está enojada con nosotros, pero sólo puedo dar lo que me entregan”.
Todavía no empezó el verano y ya hay sectores afectados por la poca presión de agua potable. Así lo denunció esta mañana en la 99.9 Adrián Saravia, administrador del Complejo Habitacional SOIP: “en el barrio, hay 12 horas del día que no tenemos agua. Prácticamente, toda la tarde. Tuvimos que cerrar el agua para tener reserva en los horarios pico. Llamé a Obras Sanitarias el lunes de la semana pasada y me dijeron que iban a venir a revisar, pero no vino nadie”.
Saravia se comunicó con quienes debía e hizo los pedidos correspondientes, pero no recibió las respuestas adecuadas: “pedí un camión sisterna para completar nuestra sisterna y tener agua. Me mandaron un solo camión que cargó 10.000 litros, cuando nuestra sisterna es de 24 metros de largo por 4 metros de profundidad. El nivel del agua subió dos centímetros”.
Incluso, llegó a hablar con una funcionaria que ya no pertenece a la empresa: “llamé al Directorio y le pedí a un delegado municipal, porque tengo 500 departamentos sin agua y nadie me escucha. Llamaron a María Taboada; nunca me contestaron. He ido a hacer el reclamo y hablé con María, pero ahora me entero que no está más en el Directorio por decisión del Intendente”.
Ante el reclamo de los vecinos, el administrador no tiene mayores respuestas para dar: “recién ayer se empezaron a ocupar. Nuestros vecinos llamaron a Obras Sanitarias preguntando qué pasaba. Les decían que era un problema del Complejo, y no es así”.
La falta de presión de agua tiene que ver con que están abasteciendo una zona muy grande con los mismos elementos que en los últimos años, o quizás menos. “En la calle 150 y Catriel, tienen tres pozos de agua. El más grande que bombeaba cuando hicieron esa conexión empezó a tener problemas con Lomas de Golf. Le dieron agua y después hicieron Nuevo Golf, todo con la misma cañería. Ahora nos encontramos con que no tenemos presión de agua. Esa bomba, en el pozo grande, no está funcionando”, explicó Saravia.
La preocupación se multiplica pensando en la llegada de la temporada: “no me gusta agitar, como se dice habitualmente, pero estamos cansados, la gente está enojada con nosotros y solamente puedo dar lo que me entregan. No me parece un hecho menor, y estoy preocupado porque estamos entrando en temporada y esto recién empieza”.