La abogada habló en la 99.9 sobre la implementación de este tipo de juicio que todavía tiene mucho recorrido por delante, incluso desde la formación de la población que es convocada para formar parte.

Se cumplieron 10 años del primer Juicio por Jurados en la provincia de Buenos Aires, pero parece que el recorrido en esta materia todavía es incipiente porque no hay una educación general al respecto de los deberes ciudadanos ante el llamado para formar parte de este tipo de mecanismo de enjuiciamiento.
La abogada Noelia Agüero expresó su parecer en la 99.9 sobre la experiencia que le ha tocado vivir: «es una cuestión cultural porque la gente no está informada y en cierta forma también conjunta. Parece como una contradicción, pero nosotros estamos hace 10 años con juicios por jurados y todavía no se han hecho muchos, los defensores no eligen esta modalidad, entonces todavía estamos en una implementación de 10 años que le falta camino por andar, porque primero tendríamos que comenzar porque la gente esté informada. Me ha dicho gente conocida que se ocupa de mandamientos y notificaciones, que los han ido a notificar y que es verdad que a veces no quieren agarrar la carta, pero porque no entienden bien de qué se trata. Sin perjuicio de que después, cuando nosotros tenemos que des-seleccionar al jurado, digo así porque a veces la gente entiende que nosotros tenemos que elegir al jurado que queremos que juzgue nuestro caso, y en realidad tenemos que sacar a los que no queremos; encontramos gente que se ha comprometido».
La instrucción a la población sobre lo que significa y representa ser elegido para un jurado, es importante y tiene que ver con un tema social: «Hay algunas provincias que han instaurado como materia en las escuelas secundarias, cómo funciona el juicio por jurados y cómo es para los ciudadanos. Como ciudadanos en general, es nuestro derecho a poder juzgar y nuestra obligación también a tener que estar presente. El juicio por jurados es la forma más libre de cualquier presión, más espontánea, más honesta en la que se puede jugar un hecho. Estamos hablando de 12 personas que son totalmente diferentes entre sí. En el juicio por jurados, también los abogados no tenemos que caer de los formalismos de las palabras esas que no entiende nadie, porque está dirigido al pueblo y el que estamos jugando es un imputado».
En este tipo de modalidad, incluso la intervención del juez es muy distinta y eso también es importante para el proceso: «a veces en los jueces técnicos, uno puede estar haciendo un testimonio increíble, puede lograr que el testigo diga lo que quiere, y me ha pasado que me han cortado; el juez ha interrumpido tratando de desviar el relato, haciendo alguna pregunta que no tenía por qué hacerla. En el Juicio por Jurados no se puede hacer nada, los que litigamos somos los abogados, los fiscales, y ahí está la suerte echada. Nosotros venimos de otro sistema acusatorio, entonces todavía nos va a costar un montón aggiornarnos. Lo vengo estudiando hace muchos años, pero aún así no lo vamos a terminar jamás porque siempre surge algo que nos descoloca y tampoco hay jurisprudencia al respecto. Entonces creo que lo estamos construyendo un poco entre todos».