Noelia Agüero: “La mirada prejuiciosa del fundamentalismo se niega a ver que una chica de 14 años vive la sexualidad a flor de piel”

La abogada defendió a uno de los acusados en la causa de la menor que tuvo relaciones sexuales en el Camping “El Durazno” y fue crítica con la postura y el discurso durante el desarrollo de la causa: “se pudo demostrar fehacientemente y 12 personas de la sociedad entendieron lo que pasó“.

La perspectiva de género nuevamente fue la gran protagonista de un juicio donde hubo una acusación sobre tres jóvenes a quienes le imputaron una violación hacia una chica de 14 años en el Camping “El Durazno”. El juicio por jurados terminó el pasado viernes con la absolución para todos ellos.

La Dra. Noelia Agüero fue una de las abogadas defensoras que participó del juicio y se refirió en la 99.9 a como se fueron desarrollando las acciones porque ella, como mujer, también podría tener los mismos prejuicios: “cuando vi a Lucas y su familia, no dudé en saber que era inocente. Cuando vino a mí le estaban ofreciendo firmar un juicio abreviado por lo que antes se denominaba estupro, tiene que ver con personas menos de 16 años que están con consentimiento con una persona mayor de 18. Como se trata de una persona no madura sexualmente, la ley prevé una condena menor. De ninguna manera se podía firmar eso porque se los iba a condenar socialmente más allá del escrache que ya habían sufrido”.

A partir de esa decisión empezó a notar una tendencia en la causa que no era la correcta y una discusión que, como mujer, también le replanteó algunos cuestionamientos sociales: “la mirada prejuiciosa del fundamentalismo se niega a ver que una chica de 14 años vive la sexualidad a flor de piel y cuestionan eso. No pueden creer que una chica de 14 años accedió de principio a fin a tener relaciones sexuales con mi defendido. Se pudo demostrar fehacientemente y 12 personas de la sociedad entendieron lo que pasó. Hubo pericias de alcohol y toxicología negativas; no hubo manipulación desde ese lugar. En los exámenes médicos no había ningún signo de lucha ni defensa, tampoco tenía lesiones genitales de ningún tipo. Todo concordaba con el relato de la menor”.

A pesar de todo eso se siguió insistiendo hasta el final con la violación e incluso luego del fallo del jurado, se sigue hablando de lo mismo: “son necios, no quieren ver la realidad, hubieran preferido escuchar que la chica fue violada. Acá hay una cuestión de los padres que no se permitían ver que su hija vivía una sexualidad como cualquier persona, es algo también que forma parte de una sociedad machista“.

El testimonio de un joven que también había tenido relaciones sexuales consensuadas con la menor fue el detonante de toda una situación que se estaba tratando de direccionar hacia un lugar puntual: “hubo un muchacho que declaró temblando y casualmente se olvidó el documento. El abogado de la familia dijo que era menor cuando lo presentó y cuando le preguntaron cuantos años tenía dijo 23. Ahí comenzó todo el problema y el jurado se dio cuenta donde estábamos parados. De ahí en más se pudo demostrar que las relaciones de esta chica eran consentidas”.

Cuando las cuestiones de género se intentan forzar, un jurado puede determinar lo contrario porque las pruebas para la defensa fueron abrumadoras: “hubo dos especialistas sobre violencia de género que instruyeron al jurado y era justamente lo que no pasó en este caso“, finalizó Agüero.