Después de haber mantenido una reunión de 45 minutos con el Secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, la bióloga argentina Noelia Barrios García explicó los trabajos que está abordando en Bariloche: “estamos analizando el impacto del calentamiento global en las plantas para la generación de oxígeno”.
La bióloga argentina Noelia Barrios García ha tomado repercusión por una reunión mantenida durante 45 minutos en Bariloche con el Secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson. En la 99.9, explicó los motivos por los cuáles pudo mantener ese cónclave con el importante funcionario del gobierno de Donald Trump.
“La reunión se originó porque me anoté para hacer una beca corta en Estados Unidos, una visita sobre un proyecto en Bariloche sobre cambio climático. Afortunadamente viene dando bien y pude obtener esa beca. Cuando vino Tillerson, observé que es de Texas y muchos de mis trabajos previos es del impacto que tienen las especies introducidas que es otro de los factores globales de cambio que causan a veces pérdida de biodiversidad. Alrededor de eso giró la charla”, especificó.
También tenían intereses comunes por el origen de Tillerson y sus negocios en los Estados Unidos: “mi doctorado fue estudiando durante 5 años el impacto del jabalí europeo que fue traído a la Argentina hace más de 500 años y en los últimos 100 se ha expandido notablemente. Hoy por hoy es una especie común en el centro del país y se está extendiendo al sur y al norte. Es una peste muy común en Texas y se encontró intrigado en conocer mis trabajos que apuntan a cuestiones ecológicas. El jabalí también destroza cultivos y Tillerson tiene una propiedad grande con campos de trigo”.
En torno a una de sus especialidades, destacó que las consecuencias de esta introducción de especies no es muy común: “las especies invasoras son muy pocas. Las que están restringidas a agricultura y ganadería dependen del humano y no son un peligro. Las especies que generan un impacto ecológico y económico, son muy pocas pero cuando tienen impacto hacen estragos. A veces son necesarias mínimas herramientas de control para evitar un problema”, aclaró de acuerdo a lo que ha estudiado.
Ahora, está trabajando con las consecuencias que puede traer el cambio climático y por eso es que viajara a los Estados Unidos. “El proyecto que llevamos adelante con mi marido que también es biólogo del CONICET, involucra a otros 9 lugares del mundo utilizando el mismo protocolo y materiales. Fue ideado por una pareja de profesores de la Universidad de Bermont. Mandaron invernaderos pequeños de fibra de vidrio y aumenta la temperatura local 2 grados, simulando un calentamiento local”, especificó sobre su tarea.
El objetivo que persiguen es muy sencillo y fundamental en los próximos años de la humanidad: “medimos como el aumento de la temperatura influye en la dinámica del carbono. Las plantas tienen un rol esencial que es tomar dióxido de carbono y producir oxígeno. La pregunta que queremos responder es cuál es el efecto del calentamiento en el funcionamiento de las plantas dentro del ciclo de carbono que hace que nosotros tengamos más o menos oxígeno”, finalizó.