La ex diputada y senadora habló en la 99.9 sobre el acto que realizaron Massa y Cristina Fernández exhibiendo un avión utilizado para los “vuelos de la muerte”.
El acto que días atrás realizó el gobierno nacional en el aeropuerto Jorge Newbery mostrando la recuperación de un avión empleado para los denominados “vuelos de la muerte” en la última Dictadura Militar, pareció una utilización de lo que significaron esos hechos dolorosos para el país.
La ex diputada y senadora Norma Morandini fue muy crítica al respecto en sus declaraciones a la 99.9: “fuevi ese acto electoral, porque fue campaña para presentar un candidato utilizando un avión que fue símbolo de los vuelos de la muerte. Mis hermanos fueron desaparecidos y hace poco años supimos que fueron arrojados en esos vuelos. Sentí un dolor profundo pero no daba crédito porque como dijo Oscar Wilde, donde hay dolor siempre hay un territorio sagrado. Provocan daño sin sentido, tenemos lágrimas de verdad y es tan incomprensible como exhibir las cámaras de gas de Auschwitz. No tengo capacidad de comprensión sobre lo que hicieron”.
Lo que prima ante hechos tan dolorosos para tanta gente, debe ser el respeto, algo que para Morandini no se logra con este tipo de actos: “hay que tener respeto, en ninguna cultura se baila sobre los muertos, es un territorio sagrado, se hace silencio en honor a los fallecidos. Hay que despojar de ideologías estas cosas, los desaparecidos, la violencia política que nos pasó a los argentinos, en la medida que no se tenga respeto, trasciende como una mancha no luminosa para tener conciencia. Tengo toda mi vida comprometida en tratar de entender y preguntarme que haremos los argentinos con lo que nos pasó. Hay generaciones que son hijos de la democracia, no se lo puede adoctrinar como si fueran nietos de la dictadura”.
Para la ex legisladora, fue el punto máximo de la utilización política y no quiso dejarlo pasar: “me pareció muy brutal como simbología que se haga un acto político-electoral. Es legítimo hacer actos político en tiempos de elecciones, pero utilizar el dolor profundo de una sociedad para darse crédito político me pareció una de las mayores afrentas”.
Todo forma parte de un ideario que ha transformado el dolor en una herramienta política y lo señaló Morandini con otro ejemplo: “se confirma lo que uno vio desde aquél 24 de marzo en la ESMA cuando se quitaron los cuadros, cuando es algo que no tiene sentido. Era dejar la pared vacía para desarrollar una narrativa y usar ese dolor para hacer política, traer el pasado con intencionalidad política. Siempre íbamos el 24 de marzo a la plaza en silencio y hemos sido desplazados de la plaza, después se convirtió en feriado para que la Plaza se llene de consignas y de bombos. Eso también es una profanación”.