Según el neurólogo Vladimiro Sinay, a partir de nuevos fármacos que permiten inhibir los daños al sistema nervioso central, se abre una nueva perspectiva en el tratamiento de la esclerosis múltiple, enfermedad que afecta a adultos jóvenes.
“Las medicaciones nuevas abren un abanico muy amplio en busca de un medicamento específico para cada paciente”, dijo a Télam Vladimiro Sinay, jefe de la Clínica de Enfermedades Desmielinizantes del Instituto de Neurología Cognitiva-Ineco.
Sinay, también jefe del Departamento de Neurología del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, agregó: “estamos frente a una nueva perspectiva, con mucha medicación nueva con la que modificamos la cantidad de recaídas y lesiones de una enfermedad crónica de la que en pocos años estaremos viendo una nueva evolución”.
“El sistema de defensa que sirve para protegernos de sustancias ajenas al cuerpo, deja de reconocer una parte del cuerpo como propia y la lesiona a través de los linfocitos, que atacan al sistema nervioso central, generando procesos de inflamación con síntomas neurológicos como espasticidad, rigidez muscular, fatiga, problemas de visión y sensibilidad al dolor“, explicó Sinay. Y agregó que los medicamentos disponibles “buscan modular la respuesta inmunológica inadecuada en la esclerosis múltiple, con tratamientos que inhiben este funcionamiento erróneo de los linfocitos”.
La reducción de la cantidad y severidad de los brotes, así como la disminución en la aparición de nuevas lesiones cerebrales y el consiguiente retraso en la progresión de la discapacidad, son algunos de los efectos que producen los medicamentos. La Asociación Civil Esclerosis Múltiple de Córdoba realizó recientemente un informe indicando que unos 2,5 millones de personas en el mundo están afectadas por la enfermedad, 7.000 de ellas en Argentina. Vale decir que la esclerosis múltiple afecta al doble de mujeres que a hombres y se desarrolla predominantemente en adultos jóvenes.