La ciudad que nunca duerme lleva años gastando millones de dólares en programas para acabar con los roedores que no han funcionado.
Nueva York es una de las ciudades de Estados Unidos con más presencia de ratas en sus calles. El problema es importante y las autoridades han recurrido a múltiples fórmulas para intentar acabar con la plaga, pero hasta ahora no ha sido posible. Su último recurso pasa por una trampa mortal: terminarán ahogadas en alcohol.
Se trata de una máquina que contiene comida para atraer a las ratas. Cuando llegan, pasan por una trampilla que cede al paso del roedor, cayendo a un tanque lleno de alcohol. Las ratas ya no pueden salir de ese espacio y mueren ahogadas, por lo que, aparentemente, parece un buen sistema para acabar con la plaga.
En una demostración que han hecho a la BBC, los trabajadores de la empresa que prestará este servicio abrieron algunas de las máquinas instaladas como prueba para ver decenas de ratas ahogadas. Cada trampa tiene cabida para 80 roedores, aunque en la prueba que se ha hecho en el barrio de Brooklyn solo han recogido 107 ratas muertas.
Un problema de envergadura
Hace solo dos años, en julio de 2017, la ciudad de Nueva York puso en marcha otra iniciativa para intentar acabar con la invasión de roedores que lleva años sufriendo. Se puso en marcha un programa de 32 millones de dólares, unos 29 millones de euros, con el que se pretendía eliminar a miles de ratas instalando contenedores resistentes a estos animales.
Sin embargo, la idea no funcionó, como tampoco lo hizo un cebo líquido ideado para infectar a las ratas y que no solucionó el problema. Por eso no es de extrañar que las llamadas avisando de la presencia de ratas se haya disparado en un 38%, según el grupo OpenTheBooks, hasta alcanzar la cifra de 17.353 en 2018.
El presidente del condado de Brooklyn, Eric Adams, ha calificado la nueva solución de la trampa llena de alcohol como “humana y ecológica”, al mismo tiempo que confirmó que se colocarán en algunos de los distritos más infectados de la ciudad.