En cambio, sin tratamiento, cerca del 30 por ciento desarrollará una patología cardíaca o digestiva, advierten especialistas.
Nueve de cada diez niños tratados en forma temprana se curan del Mal de Chagas, mientras que, sin tratamiento, cerca del 30 por ciento desarrollará una patología cardíaca o digestiva, afirmaron especialistas durante el XVIII Simposio Internacional sobre Enfermedades Desatendidas, que se realizó recientemente en Buenos Aires.
Una de las investigaciones más relevantes que se presentó durante ese encuentro, organizado por la Fundación Mundo Sano, se refirió al impacto del tratamiento de la enfermedad en pacientes pediátricos, que “es clave, ya que detiene su progresión y evita que se desarrollen cardiopatías en la edad adulta”, explicó a Télam Jaime Altcheh, jefe del servicio de Parasitología-Chagas del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.
“Un equipo del hospital desarrolló una serie de estudios para observar la metabolización del tratamiento actual de la enfermedad de Chagas y analizó las respuestas y efectos adversos que se presentan en niños. Los resultados fueron sumamente alentadores en ambos sentidos, aunque al día de hoy no existe una formulación pediátrica para tratar ese mal, sino que se administra la misma medicación que a los adultos pero en dosis menores (en relación al peso del niño)”, señaló.
El especialista e investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) destacó: “si bien los tratamientos actuales son efectivos, el eventual desarrollo de una formulación pediátrica implicaría grandes beneficios”.
“Desde hace varios años venimos trabajando en el estudio de formulaciones pediátricas de drogas como benznidazol y nifurtimox. En un primer trabajo analizamos cómo circulaban en el organismo de 40 niños de entre dos y 12 años, y observamos que presentaban una concentración relativa menor si se los comparaba con adultos, y con resultados muy efectivos”, contó.
Y continuó: “eso generó la hipótesis de que a los adultos se les podrían estar dando dosis mayores a las necesarias. Es decir, como concepto global, que la medicación se tolera mejor en niños que en adultos y con menos efectos adversos”.
“Ese estudio fue reforzado luego con otros, en los que ampliamos el campo a niños recién nacidos y encontramos los mismos resultados, por lo que concluimos que los niños se curan a pesar de tener menos concentración de la droga en el cuerpo”, agregó, y aclaró que la duración del tratamiento, que actualmente es de 60 días, “también está en discusión, porque se demostraron resultados con terapias de 30 días”.
Mientras, Paula Sartor, coordinadora Técnica del Programa de Chagas del Ministerio de Salud, explicó: “en Argentina existen aproximadamente 1,5 millón de personas infectadas”, y que de ellas “alrededor de 380.000 padecerían cardiopatías capaces de provocar la muerte”. “Además, se estima que cada año en Argentina nacen 1.300 niños infectados por transmisión congénita”, agregó.
No obstante, los controles obstétricos “no estarían alcanzando a la población objetivo, por lo que es necesario realizar mayores esfuerzos en ese sentido”.
“El diagnóstico y el tratamiento del Chagas son gratuitos en Argentina, y sin embargo es una minoría la que accede. Es importante que los médicos piensen en la posibilidad de Chagas en la consulta cuando ven a un paciente con historia personal o familiar o síntomas compatibles, porque nuestro país es el que tiene más afectados en el mundo”, comentó a Télam Marcelo Abril, director ejecutivo de la Fundación Mundo Sano.
El también biólogo enfatizó que según las cifras oficiales, “cerca de uno de cada 25 argentinos tiene infección chagásica”.“Cada vez que subimos al subte es muy probable que alrededor nuestro haya algún pasajero con Chagas, por eso es importante concientizar a la población”, enfatizó.
Con respecto al tratamiento, la presidenta de esa Fundación, Silvia Gold, celebró la reciente aprobación del benznidazol, desarrollado en Argentina, por la Food and Drug Administration (FDA) de Norteamérica para el tratamiento del Chagas en niños: “Es un hecho histórico, que reconoce que el Chagas es un problema de salud pública también en ese país y que pone en la agenda internacional a esa enfermedad olvidada”, afirmó.
El Chagas es la más frecuente de las enfermedades tropicales transmisibles en América Latina, y está estrechamente vinculada con la pobreza. Es una patología endémica en 21 países de las Américas, aunque las migraciones de personas infectadas pueden llevarla a países no endémicos.
La infección es producida por el parásito Trypanosoma cruzi, que se transmite a través de un insecto, la vinchuca: cuando una vinchuca infectada pica a una persona, se alimenta de sangre e inmediatamente defeca sobre la piel, y al rascarse la persona picada, se generan lesiones en la piel que facilitan el ingreso del parásito al organismo. La infección también se puede transmitir a través de transfusiones de sangre o trasplantes de órganos infectados, así como de madres infectadas a sus hijos por nacer, durante el embarazo.