En diálogo con Télam, las conductoras contaron cómo accedieron al trabajo y la sorpresa que aún provocan en los pasajeros.
Fanáticas de los “grandes” fierros, meticulosas en el manejo de los micros y orgullosas de ser las primeras choferas incorporadas a una flota comercial, nueve mujeres integran la plantilla de una empresa misionera de larga distancia, en la cual algunos pasajeros aún se sorprenden al verlas conducir las unidades en un rubro laboral casi monopolizado por hombres.
A fines del 2021, los puestos de trabajos en el sector transporte terrestre sumaban 310.644, repartidos en 29.782 empresas. De ese total, 20.666 eran mujeres (7%), mientras que el 93% restante (289.978) eran ocupados por varones, según los últimos datos del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.
Por provincias, la mayor cantidad de trabajadoras en el sector se registra en Buenos Aires (38%), seguida por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (19%) y Córdoba (8%).
Télam dialogó con algunas trabajadoras para saber cómo es su trabajo día a día y qué las impulso a elegir ese trabajo.
Iris Liliana Martínez, oriunda de la localidad misionera de Campo Ramón que siempre le “llamaron la atención” los vehículos de gran tamaño.
“Siempre me gustaron los vehículos de gran porte. Mis abuelos, mis tíos, mi papá, mi hermano son camioneros, crecí con eso”, precisó, y agregó que experimentó viajar con su esposo en un camión y que su familia la alentaba a que tuviera su carnet de conductora profesional.
Y sostuvo: “Mi hermano, que trabaja en un trasporte de Buenos Aires, me facilitó trabajar allá, así que saqué mi licencia profesional y empecé a entrar más en el rubro y a manejar”, quien agregó que sobre la convocatoria se enteró por un grupo de mujeres empresarias.
“Llevé mi currículum justo cuando mi esposo se había quedado sin trabajo, así que el día de la entrevista hablé también por él, así que hicimos juntos la prueba de manejo y ambos ingresamos a la empresa. El instructor de manejo me dijo: ‘no le vayas a decir nada a tu marido, pero vos manejaste mejor que él’.
En cuanto a su experiencia en ruta, Iris remarcó que no tuvo miedo en su primer viaje que realizó a Buenos Aires.
En cuanto a la relación con sus compañeros varones subrayó que “siempre fue la mejor. Me tocaron compañeros excelentes”.
Otra de las conductoras, Pamela Soledad Krainski, de 38 años y conductora profesional de camiones desde los 21.
Oriunda de Colonia Liebig, Corrientes, una ciudad lindante a Misiones, comentó que llegó a la empresa de larga distancia hace 6 años y que fue un “reto más”.
“Fue un sueño hecho realidad, este próximo 1 de julio se van a cumplir seis años que estoy aquí. Soy una de las primeras conductoras que ingresaron a la empresa, que siguió dándole oportunidades y crecimiento a las mujeres. Para mí fue una meta y estoy orgullosa de seguir en esta empresa en la que me desarrollo profesionalmente”, destacó.
En relación a qué la llevó a presentarse como conductora, Pamela detalló que vio la convocatoria por internet y llevó su currículum: “Fui de una, me presenté, me atendió el de seguridad que tomó mi currículum y me anticipó que iban a llamarme porque había una convocatoria para incluir en la flota mujeres conductoras. Y yo dije que quería estar ahí, viajar y manejar”.
“Unos días después me llamó el instructor para entrevistarme”, explicó, y precisó que luego de pasar por los cursos y clases de manejo, su primer viaje fue a Buenos Aires.
Pamela recordó su primera anécdota con una pasajera, quien se sorprendió porque viajaría con una chofera.
“En la terminal de Posadas una pasajera dijo a mi compañero que tendrían azafata en el viaje. Y mi compañero le aclaró que yo no era azafata sino la conductora. La mujer dijo que si yo manejaba ella no viajaba y fue a la boletería a quejarse. Al final subió pero a la madrugaba la tenía en la escalera del micro filmándome y controlándome. Al llegar a Retiro me felicitó por cómo manejé”, explicó la conductora.
“Estar sentada detrás de un volante me hace la mujer más feliz, y quisiera ver a más mujeres que sigan creciendo” en este rubro, remarcó quien hoy realiza viajes de corta, media y de larga distancia a Brasil y Paraguay.
Por su parte, Doris Mabel Farzen, oriunda de la localidad misionera de Jardín América, señaló que desde muy chiquita tiene atracción por los vehículos.
También explicó a esta agencia que su esposo es uno de los choferes más antiguos de la empresa, así que se sintió “atrapado de a poco”.
Sin embargo, la pandemia de Covid-19 provocó giros: “Hizo muchos cambios en la vida de muchos; yo no fui la excepción, tuve que dejar la costura y el año pasado justamente conocí el pedido de la empresa. Hice la prueba, los cursos, las vueltas de reconocimiento y tuve la primera experiencia como chofer”, detalló.
Sobre la incorporación de las mujeres al mundo de la conducción de larga distancia, Doris admitió que aún están “muy relegadas. Que una empresa se abra a esto es grandioso, es un gran paso. Ver que apuesta a la inclusión es un ejemplo para las demás”.
Entre sus anécdotas, recordó que su primer viaje fue “el 18 de diciembre del año pasado, cuando Argentina estaba jugando el Mundial de fútbol. Entramos a la terminal de Eldorado (Misiones) festejando el triunfo, así que fueron muchas emociones juntas. Para mí es un día inolvidable”.
En 2019, se puso en marcha el Registro de Mujeres Aspirantes a Choferes de Colectivo en todo el país que fue relanzado en 2021 junto el pago por parte del Estado de la licencia LINTI (Licencia Nacional de Transporte Interjurisdiccional) para las trabajadoras del sector, y la creación de la Red de Empresas del Transporte Automotor por la Igualdad.