Los demócratas estudian la posibilidad de usar la opción nuclear para salir de la parálisis. La medida de excepción parlamentaria cambiaría las reglas del Senado, al requerir mayoría simple y no calificada
Sin avances significativos en las negociaciones con los republicanos y, sobre todo, presionados por la fecha límite del próximo jueves 17, cuando el país podría caer en default si no hay acuerdo, los demócratas de Estados Unidos estudian una nueva estrategia. Podrían recurrir al uso de la llamada ”opción nuclear”, una excepción parlamentaria que les permitiría aprobar en el Senado, por mayoría simple, el aumento del techo de la deuda con tan solo 51 votos en lugar de la mayoría calificada de 60.
El senador demócrata Joe Manchin sugirió ayer, en una entrevista en el canal Fox News, que los demócratas podrían evaluar esta opción que permite evitar el obstruccionismo republicano, que el sábado tumbó su propuesta, para elevar el límite de la deuda federal en u$s 1,1 billones.
Manchin fue consultado por las declaraciones de su colega Dick Durbin, quien afirmó este sábado que incluso a los demócratas les quedan varios recursos para utilizar como plan B a fin de elevar el techo de la deuda y evitar la suspensión de pagos. “Supongo que podría referirse a la llamada opción nuclear”, dijo Manchin, aunque confesó que espera que se llegue a ese extremo.
La opción nuclear es una herramienta parlamentaria excepcional que cambiaría las reglas del Senado y pondría fin al conflicto, pues exigiría solo mayoría simple y no 60 votos, superando la posibilidad de que una minoría empecinada obstaculice decisiones que afectan a todo el gobierno, como una nominación presidencial o un proyecto de ley.
Las llamadas “técnicas de obstruccionismo” (o “filibusterismo”), como hablar durante horas para superar los tiempos reglamentarios o bloquear un proceso legislativo, han sido utilizadas tradicionalmente desde el nacimiento de la democracia estadounidense. Asimismo, la necesidad de alcanzar al menos 60 votos para aprobar un proyecto de ley o a un nominado por el presidente para un puesto de alta responsabilidad, han bloqueado o retrasado un gran número de nombramientos desde la llegada de Obama al poder en 2009.
Actualmente, el Senado está integrado por 52 demócratas, 46 republicanos y dos independientes. Por lo tanto, la mayoría no tiene el peso suficiente para evitar el obstruccionismo de la oposición. Pero para cambiar la regla sobre el filibuster, basta con la mayoría simple de los votos (los dos senadores independientes, en general, votan junto con los demócratas). Esa opción es la que evalúan los demócratas para superar el rechazo del Tea Party, que traba las negociaciones, y salir del estancamiento político actual.
Tras fracasar la negociaciación entre Obama y el presidente de la Cámara de Representantes, John Bohener, ahora la posibilidad de un acuerdo está en manos del líder de la mayoría del Senado, el demócrata Harry Reid, y del máximo representante republicano de esa Cámara, Mitch McConnell.