La ola de calor que padece Australia, ha dado lugar a grandes incendios forestales. Debido a ello ya se registró la muerte de una persona y la evacuación de miles de personas. El fuego afecta a varias zonas turísticas.
Alimentados por una ola de calor, decenas de incendios de maleza arrasaban este viernes el sur de Australia, causando la muerte de una persona y obligando a centenares de habitantes a abandonar las zonas más expuestas.
Después de una semana con temperaturas superiores a los 40 grados en los Estados de Australia Meridional y Victoria, este viernes pasado por la noche podía sentirse un poco de fresco y alivio.
Una ola de calor ha provocado numerosos incendios de maleza desde finales de la semana pasada. Uno de ellos, que alcanzó un barrio de la periferia de Perth, arrasó el domingo a 56 casas y mató a un hombre.
Este viernes, la policía anunció la muerte de una segunda persona, en la región de los montes Grampianos, en el oeste del estado de Victoria (sur).
Melbourne, capital de este Estado, registró esta semana temperaturas excepcionalmente elevadas para un verano austral, lo que obligó a la suspensión de algunos partidos del Abierto de tenis de Australia, el primero de los cuatro torneos de Grand Slam del año.
Los incendios en los montes Grampianos, al oeste de Melbourne, han destruido unas 21.000 hectáreas, y obligado a evacuar a unos cien habitantes y turistas, en particular en la estación turística de Halls Gap, junto a un parque nacional.
“Hay humo por todas partes, y una nube enorme que da la impresión de que ha explotado una bomba atómica en lo alto de la montaña”, explicó a la Australian Associated Press Rohan McDonald, propietario de un camping turístico.
“Los incendios serán muy intensos y erráticos por la tarde”, dijo a la prensa Craig Lapsley, jefe de los bomberos del estado de Victoria.
Este viernes pasado por la tarde, un incendio especialmente violento generó una columna de gas, humo y cenizas que, impulsada por el viento, ha provocado otros incendios en la zona. Los testigos aseguraron que el humo se asemeja a una niebla densa.
El viernes por la noche, 57 incendios seguían activos en el Estado de Victoria, siete de ellos considerados como “situaciones de emergencia”.
“Si la alerta es severa, extrema o pasa al rojo, arriesgan su vida y la de su familia si deciden quedarse. El mensaje es muy claro: hay que marcharse para sobrevivir”, dijo a la población el ministro de situaciones de emergencia del Estado de Victoria, Kim Wells.
En el Estado vecino de Australia Meridional, dos casas fueron arrasadas en una zona de viñedos, y los bomberos temen la llegada de tormentas en las próximas horas.
En estos dos Estados, el calor ha provocado desmayos, deshidrataciones e insolaciones, según informaron las autoridades sanitarias. El termómetro alcanzó 43,9°C el viernes por la tarde, pero poco antes de la noche había bajado a 30°. En Adelaida, capital de Australia Meridional, alcanzó 42,7° y también estaba bajando.
Los incendios han quemado unas 100.000 hectáreas de terreno en Australia del Sur.
El organismo independiente de la Comisión del Clima ha advertido de que las olas de calor en Australia serán más frecuentes, más fuertes y durarán más tiempo, y vinculó este fenómeno al cambio climático.
El año 2013 fue declarado el año más caluroso de Australia, donde la temperatura media ha aumentado en 0,9 grados centígrados desde 1910.