En lo que van de año, 28 policías y gendarmes se han quitado la vida en Francia. Profesionales se concentran en señal de duelo delante de sus comisarías.
Policías franceses se concentraron el viernes en duelo delante de sus comisarías en distintos puntos del país para expresar su malestar por la ola de suicidios en sus filas, rendir homenaje a sus compañeros fallecidos y pedir al ministerio de Interior francés que acelere la puesta en marcha de un plan antisuicidios para evitar que haya que lamentar más muertes en este cuerpo.
“El plan de lucha contra los suicidios en la policía debe convertirse en una causa nacional y ser decretado prioridad ministerial”, reclamaron los sindicatos policiales franceses.
En lo que van de año, 28 policías y gendarmes se han quitado la vida en Francia. Algunos se han suicidado en sus puestos de trabajo o en sus domicilios y muchos de ellos lo han hecho con su arma reglamentaria. En 2018, 35 policías y 33 gendarmes se suicidaron en Francia, según las cifras del ministerio de Interior galo.
“Desde principios de año hemos tenido 28 suicidios, un agente cada cuatro días. Ya es hora de parar esto, que cambie y que nuestra administración por fin sea consciente del alcance del problema”, dijo a France Info David Olivier Reverdy, secretario nacional adjunto del sindicato de la policía Alliance, después de que el jueves se suicidaran dos policías en París y Montpellier.
“Los agentes son requeridos todos los fines de semana a causa de las manifestaciones. Son jóvenes, están desarraigados después de salir de la academia de policía, están mal pagados y además no tienen vida privada, trabajan todos los fines de semana”, se lamentó en Europe 1 Ivan Assioma, delegado de Alliance en la región parisina.
Endeudamiento, política de cifras, largas jornadas laborales, falta de reconocimiento, horas suplementarias no pagadas, aislamiento, sanciones desproporcionadas, precariedad social y miedo a la violación de la confidencialidad en las discusiones con los médicos y psicólogos del cuerpo son algunas de “las razones tabú que contribuyen a este drama humano”, según la Federación Autónoma de Sindicatos del ministerio de Interior (UNSA-FASMI). El fácil acceso a las armas también podría ser otra causa.
El ministerio de Interior francés lanzó en 2018 un plan para la prevención de suicidios dentro de la policía. El objetivo de este plan es identificar mejor a los agentes con tendencias suicidas, que tengan un mejor seguimiento psicológico a largo plazo y poner a su alcance un teléfono contra el suicidio disponible las 24 horas siete días a la semana.
Es difícil saber si la sobrecarga de trabajo que han tenido los policías franceses en los últimos meses con las manifestaciones de los “chalecos amarillos” y la violencia de algunas de estas protestas puede haber contribuido a esta ola de suicidios en las fuerzas de seguridad gala. En muchas de estas manifestaciones, los policías se convierten en blanco de la violencia de los manifestantes más radicales.
El sábado 60.000 policías y gendarmes serán movilizados en toda Francia para garantizar la seguridad durante las protestas de los “chalecos amarillos”. Ya van 23 sábados consecutivos de manifestaciones amarillas. Y el cansancio de los policías se acumula y puede pasar factura.