En el contexto de la actual situación en materia de drogas en Mar del Plata, las fuerzas provinciales siguen dando respuesta a un contexto de creciente tráfico barrial que lleva inquietud a vecinos de la ciudad en general.
En Mar del Plata es notoria la absoluta falta de acción de las fuerzas federales. La actual situación se explica por el total desinterés de la fiscalía general, liderada por Daniel Adler; quien se maneja con dos secretarios de juzgados devenidos en fiscales “ad.hoc” que no procuran, conforme la ley lo consigna, las acciones destinadas a combatir el narcotráfico.
La acción del estado está, por lo tanto, en cabeza de la delegación local de narco criminalidad que, desde que tiene a su frente al comisario inspector Jorge Pereyra, viene desarrollando una intensa acción en materia de combate a la comercialización de drogas a nivel local.
Personal de la Delegación de Drogas Ilícitas Mar del Plata, a raíz de una información recolectada a fines del mes de enero del corriente año sobre una organización barrial dedicada al comercio de drogas, dio intervención a la fiscalía correspondiente que monitoreó y avaló las acciones desplegadas. Las tareas de inteligencia llevadas a cabo permitieron constatar que al frente a dicha organización se encontraba un sujeto masculino, mayor de edad, quien, junto a su pareja, no sólo realizaban ventas de material estupefacientes desde su domicilio, sino que los mismos abastecían a otro individuo (quien con el correr de la investigación resultó ser hermano del principal sindicado), quien realizaba las mismas maniobras pero en otro domicilio situado a pocas cuadras del primero.
Colectados los elementos probatorios necesarios, es que se requirió al Juzgado de Garantías N° 3, a cargo de la Dra. Rosa A. Frende, las correspondientes órdenes de allanamiento para con los domicilios investigados, ubicados en calle Chaco al 400 y el otro en calle Brandsen al 4000, las cuales, una vez expedidas, permitieron que en la tarde del día 3 de Abril, en horas de la tarde se allanaran ambos domicilios permitiendo la detención de los principales investigados (dos hermanos), la pareja de uno de ellos, y otro sujeto masculino, quien al momento de la irrupción se hallaba realizando el fraccionamiento de material estupefaciente, más precisamente marihuana.
En el primero de los lugares allanados. se logró el secuestro de varios envoltorios de nylon conteniendo clorhidrato de cocaína, un trozo de ladrillo de marihuana, tacos compactados y ya fraccionados de la misma sustancia, una cuchilla conteniendo restos de marihuana y cocaína, una balanza digital la cual se hallaba funcionando, dinero en efectivo de baja denominación, recortes de nylon, tijeras, y teléfonos celulares, mientras que en el otro de los domicilios se procedió al secuestro de cajas de cartón dentro de las cuales había gran cantidad de hojas, cogollos, tallos, en tratamiento de secado, para posteriormente ser compactadas o procesadas para su posterior comercialización, varios centenares se semillas de marihuana de distintas variedades y especies, las cuales estaban separadas en distintos tubos plásticos de ensayo, con sus respectivos carteles identificatorios, algunos de ellos de origen extranjero. Asimismo se halló en el lugar una suerte de invernadero, construido en forma precaria, pero con los elementos necesarios para el crecimiento y desarrollo de plantas de marihuana, dentro del cual se secuestró más de media docena de plantas, de distintas especies, alguna de ellas, poco comunes, toda vez que sus hojas eran de color violeta, y no verdes como las tradicionales, otras enanas pero tupidas con cogollos (tipo bonsái), entre otras especies. Secuestrándose así mismo cantidad de revistas informativas para la siembra, crecimiento, desarrollo y posterior tratamiento de plantas de marihuana.
La falta de acción de las fuerza federales, por imperio legal, impide subir en la cadena trófica de estas redes narcos; que se recrean de manera permanente en nuestra ciudad.