Destinó más de u$s 200.000 en una tienda, donde ofrece desde ropa hasta accesorios. Se suma así al próximo regreso de Zegna, en el mismo centro comercial.
La apertura a las importaciones y el mayor consumo de productos de alta gama impulsan, de a poco, el regreso de marcas de lujo que habían abandonado la Argentina entre 2011 y 2015, como consecuencia de la fijación de licencias no automáticas para ingresar productos al país.
La marca Calvin Klein acaba de abrir un local en el centro comercial Patio Bullrich, donde ofrece toda la gama completa de ropa femenina y masculina de la marca, sus jeans y ropa interior, así como también accesorios licenciados.
Así, retorna al país cinco años después de haber cerrado su último local en Buenos Aires, centrado sólo en Underwear (ropa interior), ya que previamente no contaba con locales de ropa en general ni jeans en el país.
La marca había desembarcado en Buenos Aires en 2008, en momentos de fuerte crecimiento del consumo, con Calvin Klein Underwear. En ese momento, llegó a planificar la apertura de 15 tiendas, pero sólo logró inaugurar cuatro de ellas en los principales centros comerciales: Alto Palermo, Paseo Alcorta, Patio Bullrich y Unicenter.
En 2011, Calvin Klein Underwear cerró los locales de los primeros tres shopping y, en marzo de 2012, bajó las persianas del último, ubicado en el complejo de Martínez, en virtud de las dificultades para importar ropa interior.
Ahora, volvió con un local de 100 m2 en el Patio Bullrich y con una gama más grande de productos, que incluye también ropa y accesorios, donde invirtió, según fuentes del sector, unos u$s 200.000.
Su arribo se concreta a través de ASW Group, firma que también controla el local de Tommy Hilfiger en Alto Palermo. La firma está a cargo de la distribución de ambas ambas en toda América latina, excepto Brasil y México. A fines de julio, sería la apertura oficial de la tienda.
Las ventas de productos Calvin Klein superaron los u$s 8.000 millones en 2015, con su distribución en más de 110 países, excepto en la Argentina. Desde 2003 la marca pertenece a PVH Corp, dueña también de Tommy Hilfiger, Van Heusen, IZOD, Arrow Speedo, Warner´s y Olga. Ante una consulta de El Cronista, ASW Group prefirió no dar mayores precisiones sobre las razones de su regreso ni de sus planes de expansión de tiendas a futuro en la Argentina.
Pero la mayor apertura a las importaciones y el crecimiento en la venta de productos de lujo y alta gama, en un contexto de caída del consumo de artículos más masivos, alentó seguramente su regreso.
De hecho, no es la única. Ermenegildo Zegna también retornará al país con un local propio, tras dos años de ausencia. Firmó con IRSA, dueña de varios centros comerciales, para instalar una tienda también en el Patio Bullrich, donde ya tuvo un local desde 2008.
La marca de moda italiana había dejado el país en 2015, tras 14 años de operaciones. En su caso, como en el de otras marcas de lujo, también pesó en la decisión la dificultad para importar mercadería, a partir de 2009 con las licencias no automáticas. Ya en 2015, cerró su local de la Avenida Alvear al 1600 ante sus dificultades para abastecerlo. Zegna había sido una de las pocas marcas de lujo que sobrevivió a la crisis de 2001 en el país, sin cerrar las puertas.
El control a las importaciones también había alejado del país a marcas de lujo como Fendi, Louis Vuitton, Yves Saint Laurent, Escada, Polo Ralph Lauren, Emporio Armani, Cartier y Carolina Herrera.