El Secretario General de la AJB de San Martín habló sobre la denuncia que hicieron ante la Corte por el comportamiento con abuso sexual y maltratos incluidos a las empleadas del Juzgado de Familia N° 6.
En la justicia de San Martín ha aparecido otro caso de acoso por parte de un juez de familia sobre sus empleadas que ha sido denunciado y, por el momento, no tiene una respuesta al nivel de lo que se espera de la justicia.
El Secretario General de la Asociación Judicial Bonaerense de San Martín; Pablo Abramovich habló en la 99.9 sobre lo que han podido recaudar en materia probatoria sobre titular del juzgado de familia número seis, Alejando Marcelo Brissolese: “en marzo, la Asociación Judicial Bonaerense, denunció ante la Suprema Corte a este magistrado por una serie de conductas de máxima gravedad, entre ellas una situación repetida y sistemática de acoso sexual contra una trabajadora, el ejercicio de violencia laboral contra todo el grupo de trabajo, y además, por una serie de conductas que revelan una incapacidad funcional del juez, no sólo para manejarse con el personal, sino para ejercer el propio cargo de juez de familia, básicamente por no tener los conocimientos ni la capacidad de liderazgo para hacerlo”.
Frses como “Me encanta la foto de perfil que pusiste. Supersexy”, “hay cosas que no dejan de tener su encanto: un desayuno en la cama con una flor” y “me gusta hablar con vos” fueron las que les enviaba a la empleada y que figuran en la denuncia. “Una de las trabajadoras del juzgado no sólo recibía esos mensajes, que de por sí son impropios de la conducta de un magistrado sino que además ejerció de manera sistemática un acoso para lograr tener una relación con esa trabajadora, que lo resistió durante mucho tiempo, hasta que el juez finalmente desistió de eso. Tuvo una segunda consecuencia que fue postergada en su carrera cuando tenía que ascender. Es un hecho que nosotros ligamos directamente a la negativa a poder acceder a los requerimientos del juez”, explicó Abramovich.
Si bien hay un caso puntual que es el más grave, el destrato era generalizado y lo sufrieron varias personas. “Hay un trato impropio a las mujeres, a las trabajadoras del juzgado, con diferentes tópicos, con diferentes modalidades, que dan cuenta de un juez que tiene una concepción de los roles de hombres y mujeres y de la perspectiva de género totalmente incompatible con lo que un juez debería tener. Y en particular un juez de familia que resuelve sobre cuestiones de violencia, sobre cuestiones familiares, en las cuales la perspectiva de género hoy es un requisito indispensable”, advirtió el representante de la AJB.
Paralelamente, hubo otra situación derivada del maltrato y acoso que fue el traslado de la empleada en cuestión que no quería abandonar su puesto. Allí, juezas no le brindaron el respaldo para que pudiera defender su derecho. “Estamos bastante preocupados porque en determinado momento uno piensa que la sociedad en general, el Poder Judicial en particular, hay discusiones que se habían saldado y actitudes que merecerían respuestas muy claras. Nos sorprendió, por un lado la actitud de la Corte y en particular la situación de las juezas, porque para los que no conocen la situación, la trabajadora después de la denuncia tenía que salir del ámbito de convivencia con el juez, pero ella no quería irse del fuero donde trabajó más de 10 años, donde se había formado de manera específica en el área de familia. Cuando quiso conseguir un traslado a otro juzgado de familia no tuvo el acompañamiento y la recepción de otras juezas, en particular mujeres, porque son casi todas mujeres, además de este juez denunciado, que dijeron que preferían no recibirla para no tener conflicto con el juez. Es decir, priorizaron una cuestión corporativa con un juez que ellas mismas y todo el mundo reconoce en el departamento judicial, que es impresentable, que es indefendible”.
Mientras tanto, esperan una respuesta concreta de la Suprema Corte que tampoco ha ido a fondo en el tema: “la Corte por ahora viene sin una respuesta clara. Tiene una serie de facultades como licenciar compulsivamente al juez, cosa que hasta ahora no hizo. Fundamentalmente cuando la trabajadora denunció en la Corte que la postergación en su carrera tenía que ver con esta situación de acoso que había sufrido, la Corte termina convalidando esa postergación, esa decisión del juez de no ascenderla, con lo cual están fallando todos los protocolos que se tendrían que aplicar en el cuidado, resguardo y garantía de los derechos de las víctimas. Estamos señalando y requiriendo la corte que tiene que adecuar su funcionamiento, que tiene que dar una respuesta que hasta ahora no viene dando. Tendrían que haber decidido elevar esto al jurado de enjuiciamiento y sin embargo decidió darle un traslado al juez y postergar el proceso, cuando el acoso está sumamente probado por un montón de medios de prueba. La incapacidad del juez también”.