El Secretario del Consejo Federal de la DAIA habló en la 99.9 sobre el acuerdo entre Bolivia e Irán que repudiaron y pidieron al gobierno nacional que se oponga: “Si no lo hacíamos público ni pedíamos intervención, esto pasaba desapercibido“.
Luego del acuerdo celebrado entre Bolivia e Irán, la DAIA se expresó públicamente pidiendo al gobierno argentino que repudie esa situación, algo que finalmente realizaron casi como un acto protocolar y no como una iniciativa propia.
El Secretario del Consejo Federal de la DAIA, Pablo Soskin, contó en la 99.9 la postura de la entidad que integra: “es un peligro para la seguridad respecto al terrorismo internacional que pregona el gobierno teocrático de Irán. Ha sido responsabilizado de dos ataques terroristas en nuestro país. Todo vínculo que se mantiene con estreches como lo hacen Bolivia y Venezuela, es un peligro latente para nuestro país”.
No es algo nuevo la irrupción de Irán en tierras sudamericanas, pero tan cerca de Argentina es un verdadero peligro: “es una situación de muchos años porque el gobierno iraní se maneja en muchos países latinoamericanos como si fuera su propia casa con acciones políticas, militares; asegurando su presencia en esos países. Esto altera la seguridad, más en lugares donde tendrían que estar consustanciados con nuestra causa. La preocupación es que nuestro país debiera analizar la relación y los vínculos con Irán”.
Lo que tienen en claro desde la DAIA es que donde está el largo brazo del gobierno iraní, hay terrorismo latente: “donde está Irán está el terrorismo, está Hezbollah y siempre con células en la triple frontera, en Bolivia y Venezuela que cuando se despierten no sabemos lo que puede pasar. En nuestro país, con 29 años de impunidad, es una puerta abierta para seguir cometiendo atentados. Tenemos que velar por la seguridad de nuestro país”.
El comunicado del gobierno nacional no satisface en lo más mínimo la necesidad de ser inflexibles en la condena a este tipo de acuerdos: “en la realidad, nunca estaremos conformes porque se actúa reactivamente a las declaraciones de nuestra comunidad y no preventivamente como debiera ser. No tendrían que haber esperado un comunicado de la DAIA, sino intervenir directamente. Es un convenio en defensa que es grave, no se trata de un tema cultural. Si la DAIA no lo hacía público ni pedía su intervención, esto pasaba desapercibido”