Así lo indicó el diputado Pablo Yedlin hablando sobre la aplicación de la Ley de Fibrosis Quística recienemente aprobada en el Senado.
La Ley de Fibrosis Quística ha presentado un debate entre una posición dentro del gobierno y lo que pretendían las familias de los afectados que no tenían puntos de encuentro.
La postura que encabezó el ministro Ginés González García estuvo acompañada, entre otros, por el diputado del Frente de Todos Pablo Yedlin que habló en la 99.9: “La ley pasó por la Cámara de Diputados en la última sesión del año anterior con un conjunto de leyes que pasó sin discusión alguna. Fue votada pero el órgano revisor que es el Senado, tenía algunos temas a corregir”.
En este caso, el legislador indicó que el ministro de Salud sólo fue a pedir la revisión de algunos aspectos: “lo que hizo González García fue ir a la comisión de salud del senado buscando que los senadores hicieran correcciones”.
Al momento de detallar esos cambios, explicó que “uno de los problemas que tiene es que el medicamento prescripto no puede ser cambiado por el farmacéutico o la obra social. Esto es algo que prevé la ley de genéricos. Si hay una alternativa con otro nombre y de otro costo, se puede cambiar y esta nueva ley la contradice”.
Por otro lado, agregó que “tiene dificultades con los transplantes porque dice que la prioridad tiene que ver con el estado del paciente y esta ley les da más prioridad a los que padecen fibrosis quística. Todos queremos que los pacientes reciban la mejor medicación al 100% pero cuando uno trabaja sobre este sistema de salud tiene que entender que los 400 millones de dólares tienen que salir de algún lugar. Tenemos que ver como se financiará esa nueva situación en la ley”.
Ahí es donde justamente se plantea el principal inconveniente, en la manera en la que se costearán los tratamientos en un contexto bastante particular: “es un sistema de salud que se ha empobrecido muchísimo porque los elementos son importados. Cuando cualquier país de latinoamérica se compara con los europeos, lo que gastamos en salud por habitante es poco. La salud ha tenido un aumento en sus prestaciones y hay una decisión política detrás de ello. Los argentinos entendemos que la salud es un derecho, después si eso se da o no es otra discusión porque hay muchas desigualdades”.
Por ahora, con la aprobación tiene que llegar al Poder Ejecutivo para su promulgación aunque esperan que les introduzcan las modificaciones solicitadas: “la tiene que promulgar el presidente y hay que ver si hace alguna corrección con veto parcial. Luego la autoridad de aplicación lo decidirá la presidencia que se supone que será el Ministerio de Salud”.