Científicos de la Universidad de Osaka afirman haber creado ratones sanos con dos padres biológicos en un avance que algún día podría reproducirse en humanos.
Katsuhiko Hayashi, de la Universidad de Osaka, explicó esta semana en una conferencia sobre el genoma humano que había logrado dicho avance tras cambiar los cromosomas de una célula masculina de XY a XX. Posteriormente fabricó óvulos femeninos, llamados ovocitos, a partir de estas células masculinas y los fecundó para crear siete ratones con dos papás biológicos.
El descubrimiento aún debe ser validado por una revisión de pares científicos y todavía se encuentra en las primeras fases de desarrollo. No obstante, si se confirma, plantea la posibilidad de que algún día las parejas masculinas tengan sus propios hijos biológicos.
Los óvulos macho-hembra se fabricaron a partir de células de la piel, que al ser flexibles y, con los estímulos adecuados, los científicos han aprendido a hacer que cambien de un tipo de célula a otro.
Para fabricar el óvulo, los científicos utilizaron células de piel masculinas con cromosomas X e Y y las reprogramaron para que se convirtieran en las llamadas células madre pluripotentes, que son células que pueden convertirse en cualquier otro tipo de célula.
A continuación, eliminaron los cromosomas Y de las células y duplicaron los cromosomas X de las células, antes de provocar que las células se convirtieran en óvulos con dos cromosomas X.
“El truco, el mayor truco, es la duplicación del cromosoma X”, explica Hayashi a The Guardian. “Realmente intentamos establecer un sistema para duplicar el cromosoma X”, señala.
La técnica se utilizó para crear siete crías de ratón que, según los científicos, parecían sanas.
¿Podría usarse en humanos?
Así, Hayashi afirma que podría utilizarse en humanos dentro de una década, mientras que otros discrepan. Lo cierto es que pasará un tiempo antes de que la tecnología esté lista para utilizarse en humanos de forma segura.
Los ratones son muy diferentes de los humanos, e incluso en los ratones, los óvulos no son de gran calidad – solo uno de cada 100 óvulos fertilizados dio lugar a un nacido vivo, dijo Hayashi.
Aun así, Hayashi es optimista. Desde un punto de vista puramente tecnológico, predice que crear óvulos a partir de células masculinas en humanos “será posible incluso dentro de diez años”, afirmó, según The Guardian.
Según declaró a la BBC, le encantaría que esta tecnología ofreciera opciones de fertilidad a parejas del mismo sexo de todos los géneros. La técnica también podría ayudar a tener hijos a mujeres y personas con dos cromosomas X que tengan un problema genético con uno de ellos. Advirtió que antes habría que demostrar que su uso es seguro.
“Técnicamente es posible. No estoy tan seguro de que en este momento sea seguro o aceptable para la sociedad”, dijo.
Prometedor descubrimiento
George Daley, decano de la Facultad de Medicina de Harvard y ajeno a la investigación, declaró a la BBC que el trabajo era “fascinante” y “provocador”, pero que no estaba tan seguro de que esta tecnología pudiera funcionar pronto en células humanas.
Las células reproductoras humanas son muy complejas y mucho menos conocidas que las de los ratones. Por tanto, queda un largo camino por recorrer antes de que estas opciones de fertilidad puedan ofrecerse a los seres humanos, afirma Daley para The Guardian.
El descubrimiento es prometedor, aunque no es la primera vez que un ratón nace de dos padres. Un estudio de 2010 lo consiguió, pero su técnica requería muchos más pasos y manipulación del embrión y no creó un óvulo viable. El método de Hayashi es mucho más sencillo, según The Guardian.
Hayashi también creó anteriormente ratones con dos madres biológicas utilizando esta misma técnica, que data de 2016. Todavía no hemos sido capaces de hacer un óvulo humano viable a partir de células de la piel femenina, siete años después del trabajo de Hayashi en ratones hembra, informó The Guardian.
“Los científicos nunca dicen nunca, en principio se ha hecho en ratones así que, por supuesto, puede ser posible en humanos”, dijo Haoyi Wang, de la Academia China de Ciencias, a la BBC. Pero añadió: “Preveo muchos retos y no podría predecir en cuántos años”.