La abogada especialista en derecho internacional, Stella Maris Biocca, brindó su visión sobre el conflicto con los fondos buitre y adelantó que Argentina no debe acordar nada por ahora. En el aire de la 99.9, también señaló que “pagar sería una locura, porque se dispararía la cláusula Rufo y Argentina entraría en una situación de calamidad económica”.
La disputa entre los fondos buitre y el Gobierno Nacional es analizada desde distintos puntos de vista, que se han ido confrontando a lo largo del conflicto.
Stella Maris Biocca, abogada especialista en derecho internacional, expresó su opinión esta mañana en la 99.9. Refiriéndose a la posibilidad de que se declare un default, indicó: “Argentina no va a entrar en default, es un uso político indebido que se está dando. Default es cesación de pagos y Argentina no está en esa situación, sino que hay incumplimiento de una sentencia, nada más que eso”.
Para dejar aún más clara su visión, comparó la situación actual con lo ocurrido a principios del 2000. “Lo que ocurrió en 2001 fue default porque no se pagaba la deuda interna, ni externa, ni sueldos, ni proveedores, no se pagaba nada. Incluso, no había moneda. Esto no es default”, sentenció.
Respecto del cuestionado juez Thomas Griesa, Biocca opinó que el problema no está en el fallo sino en todo lo que sucedió después: “no se trata solo del juez Griesa, sino que hay una Cámara de Apelaciones de Nueva York que mantuvo la sentencia. Con posterioridad, cuando la sentencia es firme, comienza una serie de resoluciones, actos y manifestaciones de Griesa que implican un exceso de competencia y jurisdicción, esto es grave”.
El tema aún no está resuelto y existen “distintas alternativas a la deuda restructurada. Una de ellas puede ser un nuevo acuerdo respecto a los pagos sucesivos y que les convenga mucho más. Respecto de los fondos buitre, no hay que acordar nada por ahora, pagar sería una locura porque se dispararía la cláusula Rufo y Argentina entraría en una situación de calamidad económica”, anticipó la especialista.
Consoderando que pueden surgir nuevos obstáculos en el camino, Biocca destacó: “hay otro problema: los bonos reestructurados cuyo dinero ya fue dado en pago por el Gobierno argentino, tienen ahora un conflicto con los bancos fiduciarios. Están en un incumplimiento, porque teniendo el dinero no han hecho el pago. Incluso, algunos están fuera del alcance de Griesa. Es un problema entre los bonistas y los bancos”.