Las manifestaciones contra el gobierno de Benjamin Netanyahu no paran en Israel. Desde hace varias semanas, el movimiento reclama la renuncia del primer ministro, acusado de corrupción en tres casos distintos. Mientras tanto, la segunda ola de la pandemia golpea el país.
En Seattle, la policía usó gas lacrimógeno contra una marcha de Black Lives Matter, mientras que en Richmond la acusan de haber empleado agentes químicos. En Austin, un tiroteo dejó un muerto y en Portland un hombre fue acuchillado.
Ganar la lotería puede ser una gran noticia. Pero si el billete lo comparte una familia ya plagada de disputas, lo que parecía una suerte puede acabar rápidamente en destrucción y desgracia.
La Fiscalía General del país considera que entre 2012 y 2014 acordó una tregua entre el Gobierno y los criminales, faltando así al ejercicio de su cargo.