Son por haber cobrado para liberar presos, proteger a narcotraficantes y haber sido parte de bandas delictivas; desde 2016 dejaron su cargo 30 magistrados.
Tienen salas de ensayo, microcine, siestario, pista de atletismo en altura, y hasta rampas para llegar directo a la puerta del departamento en bicicleta.
El éxodo fue fuertemente criticado por el presidente estadounidense, Donald Trump, quien amenazó a Guatemala, Honduras y El Salvador con quitarles la ayuda financiera si no contienen la migración ilegal.