Decenas de familiares de los pasajeros del vuelo de Malaysia Airlines desaparecido hace más de dos semanas se enfrentaron con la policía en la entrada de la embajada de Malasia en Pekín.
Los dos presos accedían sin trabas a celulares y equipos Nextel. Uno tenía «visitas especiales» a diario en Coronda. Planeaban asesinar a un juez y a un fiscal, y sobornaban a policías para vender droga.