Un país de sordos

Este título podría utilizarse en una nota de carácter político y seguramente le alcanzaría a todos los que juegan en ese terreno, del palo que sea. Pero esta vez lo tomamos de manera más literal: el uso y abuso de dispositivos técnicos que van directo al oído medio, más el sonido urbano cada vez más histérico, nos van dejando sordos a todos.