El director y el subdirector de PAMI se adjudicaron salarios brutos de casi cien mil pesos, superando los ingresos de Cristina. También se autorizaron viajes en clase ejecutiva y altos gastos de representación.
El director del PAMI, Luciano Di Césare, y el subdirector de la obra social de los jubilados, Mariano Cardelli, se autoadjudicaron sueldos brutos de casi cien mil pesos, superiores al de la presidenta Cristina Kirchner.
En septiembre, Di Césare cobró un salario bruto de $98.700. Luego de los descuentos por jubilación, obra social e Impuesto a las Ganancias, el monto se redujo a $63.676, según reveló a Clarín una fuente de ese organismo descentralizado que pidió no ser identificado por miedo a represalias. Para confirmar sus afirmaciones, la fuente entregó fotos de pantallas de computadoras del PAMI donde se ve la liquidación de haberes de Di Cesare (Ver facsímil).
Durante el 2012, la presidenta Cristina Kirchner tuvo un salario mensual en bruto de $ 69.586. No hay cifras oficiales del actual sueldo de la Presidenta. Pero el sindicato de empleados del estado UPCN obtuvo este año un aumento salarial del 24%. Por lo tanto, Cristina debe cobrar unos 86 mil pesos en bruto.
En el 2012, sus ministros cobraban un salario de bolsillo de entre $ 25.000 y $ 33.000, según recibieran o no un adicional por desarraigo.
El doctor Di Césare llegó a manejar el PAMI (el segundo presupuesto gubernamental de la Argentina) en el 2007, luego de ser titular de la Caja de Servicios Sociales de Santa Cruz. Está vinculado políticamente al titular de la SIDE, Héctor Icazurriaga.
Pasó a conducir el PAMI en el 2007, cuando reemplazó a Graciela Ocaña quien, a su vez, fue nombrada por Cristina Kirchner como ministra de Salud hasta su renuncia dos años después. Di Césare vive hoy en un departamento en la Avenida Alvear al 1400. En su declaración jurada dijo tener un departamento con cochera al que le dio una valuación fiscal de $ 490.350.
Por su parte, el subdirector del PAMI, Mariano Cardelli, cobró un salario bruto de $ 97.566 y se llevó en la mano $ 61.759, tras los descuentos. Varios gerentes cobran salarios de bolsillo de entre 30 mil y 41 mil, según constató Clarín. Incluso, una ciudadana española fue contratada con un salario de $ 33.519 sin conocerse su especialidad técnica, aunque sí estaría vinculada a un gerente.
Esta “desproporción” salarial, según graficó un funcionario de otra área del Gobierno al preguntarle por este nivel de sueldos, también se observa en los gastos de representación para viajes al exterior.
En los últimos meses, de acuerdo a resoluciones internas reservadas a la que accedió el mismo diario (ya que no están publicadas on-line) hubo al menos ocho viajes al exterior de funcionarios que generaron gastos superiores a los 50 mil dólares, en tiempos de cepo cambiario.
Uno de esos viajes lo hizo Cardelli, el número dos del PAMI, en agosto a México, para terminar una beca. Pese a que es un funcionario político y no de carrera, le pagaron gastos de un diplomado “en gerencia de prestaciones de servicios sociales” (790 dólares), le dieron un viático diario de 218 dólares, un pasaje aéreo en clase ejecutiva (6000) y 3000 más en “gastos de representación”. El curso fue entre el 14 y 18 de octubre. Esos gastos se los dio Di Césare por considerar a su segundo en el nivel jerárquico II del decreto presidencial 280/95, que regula estos pagos en el exterior. El decreto dice que tienen esa jerarquía los subsecretarios, presidentes de bancos oficiales o titulares de organismos descentralizados como el PAMI. Pero no es el único. A un gerente de una agencia del interior le autorizaron US$ 1500 para viajar a Costa Rica. A otro le dieron 1000 en ese concepto para viajar a Uruguay, entre otros.
Los gastos de representación son para que altos funcionarios paguen, por ejemplo, comidas, o hagan regalos de cortesía a funcionarios extranjeros que deben ser rendidos con comprobantes.