Francia entra este martes en su cuarta semana de confinamiento y todavía no ha alcanzado el pico de la epidemia de Coronavirus, según el ministro francés de Sanidad, que señaló que la crisis en el país está aún en fase de agravación.
Con 98.000 infectados confirmados y casi 9.000 muertos, el gobierno francés teme que el inicio de las vacaciones de pascua en algunas zonas, unido al buen tiempo, lleve a mayores violaciones del confinamiento y un repunte en los contagios.
Los buenos datos del fin de semana fueron sólo un espejismo. En las últimas horas, se han registrado 605 muertes suplementarias, la cifra diaria más alta en Francia desde que comenzó la crisis del Covid-19. Es por ello que el gobierno ha dado luz verde a los prefectos a que endurezcan las medidas de confinamiento. En París, por ejemplo, la prefectura anunció este martes que se prohíbe la práctica deportiva entre las 10h00 y las 19h00 y es que muchos parisinos aprovechan la autorización de hacer deporte para pasear.
“El deporte individual será autorizado sólo a partir de las 19h00 y hasta las 10h00, momento en el que hay menos afluencia en las calles”, aclaró la prefectura.
Los franceses viven confinados desde el pasado 17 de marzo y sólo se autoriza a salir una hora diaria y en un radio máximo de un kilómetro de casa para hacer compras de primera necesidad, ir al médico, al trabajo si es indispensable o a hacer deporte individual. Si bien según una encuesta reciente, el 88% de los franceses está a favor del confinamiento, el buen tiempo y las vacaciones de Semana Santa podrían echar por tierra los esfuerzos de las tres semanas de cuarentena.
Y es que en los últimos días ha habido un relajamiento y algunos ciudadanos han retomado esa tradición tan francesa de flâner, pasear sin rumbo, guiados por los primeros rayos de sol primaverales.
Es por eso que algunas ciudades están pensando en otras alternativas a la de quedarse en casa. Por ejemplo, en la ciudad de Niza el alcalde defiende llevar de forma obligatoria mascarilla para todos. Eso, sin embargo, a día de hoy, no parece muy inmediato porque no hay suficientes en el mercado, ni siquiera para los enfermos sospechosos de tener Covid-19 pero que no necesitan hospitalización y es que en las farmacias están en ruptura de stock. En París, la alcaldesa Anne Hidalgo anunció que en los próximos días se repartirán gratuitamente dos millones de mascarillas
El ministro de Sanidad, Olivier Véran, pidió nuevamente paciencia a los franceses. “Esto aún no ha terminado: no hemos llegado al pico de la ascensión de la epidemia”, advirtió.