Si bien señaló que en líneas generales hay un buen número de aplicaciones, la subsecretaria de Salud de la comuna remarcó la preocupación por las embarazadas que no se dan la dosis: “empezamos con el 31% y ahora estamos en 38%, pero el año pasado terminamos con un 65%”, comparó. También advirtió sobre el crecimiento de grupos anti-vacunas.
En medio del año, hay varios lugares del país que tienen serias preocupaciones por la cantidad de vacunas aplicadas contra la gripe. En ese sentido, Mar del Plata tiene una situación particular que analizó en la 99.9 la Subsecretaria de Salud de la comuna, la Licenciada Patricia Fortina.
“Venimos muy bien con la vacuna antigripal pero nos cuesta todavía con las embarazadas. Empezamos con el 31% y ahora estamos en 38%, pero el año pasado terminamos con un 65%. Tenemos que hacer hincapié porque es un grupo de mucho riesgo no sólo para la madre sino también para el niño que no puede ser vacunado hasta los 6 meses”, remarcó.
Si bien consideran que en líneas generales son buenos los números que manejan, están preocupados por el faltante: “en el resto de los grupos, estamos con buenos números ya que llevamos más de 40.000 dosis entregadas. Todavía hay muchos problemas con la vacunación en adultos y llevamos más de 30 salidas a terreno porque el programa ampliado de inmunizaciones pide que el 95% reciba la vacunación y todavía nos falta”.
Otra de las complicaciones que tiene la aplicación de vacunas es el crecimiento de los grupos que están en contra de la aplicación de estas dosis, pero están trabajando para también identificarlos: “han aparecido algunos grupos que no adhieren a la vacunación y nos cuesta muchísimo ese trabajo. Los profesionales están dejando constancia en la historia clínica que se ofrece la vacunación a los padres del niño y se niegan a aplicarla”, especificó Fortina.
Buscando también abarcar distintos aspectos de la salud a nivel local, comentó que este viernes de 9 a 12 en el Polideportivo “Islas Malvinas” se realizará una capacitación para docentes apuntada a como abordar a los alumnos con diabetes: “la idea es que el docente fortalezca las herramientas para el trato de los chicos con diabetes. A veces el diagnóstico es traumático para las familias y para los docentes también porque no saben si dejarlos hacer gimnasia o comer en los recreos. Les queremos dar todas las herramientas para que los chicos con diabetes puedan tener una vida absolutamente normal”, finalizó.