Así lo indicó la subsecretaria de Salud de la comuna en diálogo con la 99.9 y a sólo una semana del final de la campaña: “los chicos no están viniendo y es estamos en números bajos, menores a los que esperábamos”.
Está próxima a terminar la campaña de vacunación para niños contra el sarampión y la rubeola, pero desde la Provincia de Buenos Aires advirtieron sobre el número de personas que todavía no se acercaron a recibir la dosis.
En el caso de General Pueyrredón, la subsecretaria de Salud Licenciada Patricia Fortina, remarcó en la 99.9 que “estamos con números bajos, hasta el viernes 16 tenemos casi 21.000 dosis aplicadas y nos hace pensar que nos falta muchísimo por aplicar. Falta una semana y nos queda un 30% por vacunar”.
Los esfuerzos que a veces se hacen, no son suficientes y lo evidenció esta campaña en particular: “hicimos muchísimas salidas a terreno, ampliamos los lugares de vacunación, hicimos eventos y montón de circunstancias para que la gente lleve sus chicos a vacunar. Aún así los chicos no están viniendo y es un número menor al que esperábamos”.
Sobre los motivos de esta baja adhesión de acuerdo a lo que se esperaba, explicó que “tenemos una discusión muy grande con los movimientos anti-vacuna. Debimos aclarar que la campaña está apuntada hasta los 4 años inclusive. En esa confusión que para nosotros estaba claro, a los padres les parecía que no había que explicarla. Fue un error estratégico de comunicación y de comprensión de lo que estamos haciendo”.
El hecho de que parte de la población quede sin vacunación realmente representa un alto riesgo para toda la sociedad porque como siempre resaltó la Licenciada Fortina “la vacuna es un acto individual, pero tiene un efecto comunitario. Estábamos esperanzados con que esta campaña más la vacunación en adultos que hicimos durante el año, nos permitieran no tener casos de sarampión en la ciudad. Había más expectativas en esta campaña, porque nos estamos arriesgando”.
Socialmente, también criticó que se pidan constantemente vacunas contra enfermedades mucho más graves, pero que no se cumpla con la vacunación que, además, es gratuita: “vivimos pidiendo vacunas contra el dengue o el VIH pero las que tenemos no las aplicamos, es una locura”, concluyó.