Patricia Galarza: “La hormonización de menores es un experimento irreversible”

La integrante de la agrupación Manada expuso en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires sobre la realidad de la disforia de género y advirtió en la 99.9 sobre las consecuencias de los tratamientos médicos en menores.

Patricia Galarza, integrante de la agrupación Manada —que reúne a madres y padres de niñas y adolescentes con disforia de género de inicio rápido— expuso en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires sobre la situación que atraviesan muchas familias y en diálogo con la 99.9 alertó sobre el impacto de los tratamientos médicos y quirúrgicos en menores de edad.

Galarza indicó que, según relevamientos internos de la agrupación, el 92% de los casos se presentan en niñas de entre 11 y 16 años que, “de un día para el otro”, se manifiestan. Señaló que en la mayoría de los casos las escuelas, amparadas en la Ley de Identidad de Género, avalan cambios de nombre y trato sin un abordaje psicológico previo, lo que “refuerza la confusión” en lugar de explorar sus causas.

Criticó que el protocolo médico vigente en varios hospitales derive rápidamente a los menores a endocrinología, donde se inicia el llamado “tratamiento afirmativo”: bloqueo puberal sin distinción de edad, hormonización cruzada a partir de los 14 años y cirugías desde los 16. “El sexo no se reasigna, se constata al nacer; lo demás es estético y conlleva graves consecuencias para la salud”, afirmó.

Explicó que los bloqueadores “no solo detienen la menstruación o el crecimiento óseo; bloquean todo el sistema endócrino, incluyendo el desarrollo cognitivo y hormonal general del menor”. Además, advirtió que cirugías como la doble mastectomía, histerectomía o faloplastía en adolescentes son “ablaciones de órganos sanos” que provocan infertilidad, pérdida de sensibilidad sexual y riesgo de infecciones.

Galarza subrayó que países como Suecia, Finlandia, Noruega y el Reino Unido, que fueron pioneros en la implementación de estos protocolos, hoy están revirtiendo esas políticas tras constatar el daño ocasionado. “Si no se interviene el cuerpo del menor y se opta por una terapia exploratoria, en muchos casos la disforia desaparece después de la adolescencia”, señaló.

En el cierre de la entrevista, Galarza valoró el decreto firmado en febrero por el presidente Javier Milei que prohíbe iniciar tratamientos en menores de 18 años, pero sostuvo que “es necesario modificar la Ley de Identidad de Género y el Código Civil y Comercial, que hoy permiten al Estado decidir por encima de los padres bajo la figura de autonomía progresiva”.

“La patria potestad pasó a ser responsabilidad parental compartida con el Estado, y si vos no acompañás a tu hijo en esto, el Estado decide por vos”, advirtió.