Paula Bujía: “El problema no es solo el dólar: Argentina no tiene reservas ni acceso a los mercados”

La economista Paula Bujía analizó el presente económico del país y explicó por qué la suba del dólar responde a una fragilidad estructural más profunda. Destacó la importancia de la disciplina fiscal, pero alertó: “Si no hay señales claras, el mercado reacciona. Todo se mueve por expectativas”.

En medio de un nuevo episodio de tensión cambiaria, la economista Paula Bujía trazó un panorama sobre el estado actual de la economía argentina en la 99.9 y puso el foco en los factores estructurales que condicionan cualquier plan de estabilización. “El problema no es solo la suba del dólar: Argentina no tiene reservas ni acceso a los mercados de capitales. Eso limita todo”, afirmó.

Bujía fue crítica con algunas decisiones recientes del gobierno. “La salida de las LELIQs fue muy desordenada y generó una disparada de tasas que dejó mucha liquidez sin absorber. Luego tuvieron que intervenir con licitaciones y operativos en el mercado de futuros. Se nota la intervención, aunque el gobierno quiera decir que el dólar flota libremente. Flota, pero no tanto”, ironizó.

A su entender, los esfuerzos del Ejecutivo están centrados en evitar sobresaltos antes de las elecciones, sobre todo porque “la gran bandera del gobierno es la baja de la inflación”. Sin embargo, advierte que esa estrategia no resuelve el fondo de la cuestión. “La estabilidad no se logra solo controlando el dólar. Se necesitan dólares genuinos, reservas, acceso a financiamiento, y sobre todo, confianza. Y eso todavía no está del todo consolidado”.

Uno de los puntos más delicados, según la economista, es el drenaje de divisas. “Se van muchos dólares por turismo y atesoramiento, pero no hay entrada suficiente. El campo ya liquidó, el turismo receptivo cayó fuerte, y Vaca Muerta todavía no está en el momento de generar los dólares que se proyectan para 2027 o 2028”, explicó. “Sin oferta de divisas, cualquier presión sobre el dólar genera ruido”, agregó.

Frente al contexto electoral, Bujía señaló que “la gente se dolariza antes de votar”, lo que agrega tensión al tipo de cambio. Aun así, considera que el nivel actual “de entre 1350 y 1400 pesos por dólar es más o menos contenible”, gracias a una tasa real en pesos positiva. “Si bien sacar las LELIQs trajo más volatilidad, el hecho de tener superávit primario sin emisión es una diferencia significativa frente a años anteriores. En ese sentido, soy moderadamente optimista”, aseguró.

Respecto al costo argentino, fue categórica: “No podemos pensar que la única forma de ganar competitividad es devaluando. Lo que hay que hacer es bajar el costo argentino con reformas estructurales, laborales, tributarias y en los niveles subnacionales. Nación ajustó, pero las provincias no hicieron casi nada”.

Sobre el futuro cercano, Bujía consideró clave el resultado electoral de octubre. “Hay una cierta fatiga del programa económico, es lógico. El gobierno está en una especie de pausa hasta pasar las elecciones. Pero si tiene una buena elección y muestra señales claras de lo que quiere hacer, puede generar expectativas positivas y eso ya empieza a estabilizar”, explicó.

“Los precios, las tasas, el dólar… todo se maneja por expectativas. Si se marca un rumbo y el mercado cree que es creíble, eso solo ya puede calmar las aguas. El riesgo país bajaría, podríamos volver al mercado internacional, y ahí empieza otra historia”, concluyó.