La Diputada Nacional, una de las impulsoras de la denuncias contra Cristina Fernández, habló en la 99.9 sobre el fallo de la Corte Suprema de Justicia que deja firme la sentencia contra la ex presidenta.

El fallo de la Corte Suprema de Justicia que dejó firme la sentencia condenatoria contra Cristina Fernández que le atribuye el delito de administración fraudulenta en perjuicio del Estado, es el cierre de un capítulo importante en la historia de la política argentina.
Detrás de ese hecho, hubo personas que durante muchos años comprometieron sus propias vidas para seguir profundizando la denuncia y demostrar que había elementos para condenarla. Una de las más activas en ese sentido, fue la Diputada Nacional Paula Oliveto Lago que habló a través de la 99.9: «Hay que tomarse un tiempo y reflexionar sobre lo que pasó», dijo inicialmente. Luego abundó: «esta sensación de que se cierra una etapa donde los argentinos mayoritariamente entienden que no fue buena, pero también una etapa que muchos avalaron, que fue el gobierno del kirchnerismo, no sólo de Cristina sino también de Néstor. Entonces esta situación que devino la violencia en la calle, en un canal de televisión, las amenazas, este déjà vu del país que no queremos. Son un montón de lecturas, un montón de emociones a flor de piel«.
También repasó lo que significó denunciar en su momento a una presidenta en ejercicio y como se fue generando esta causa que hoy tiene condena firme: «Empezamos a ver el comportamiento del kirchnerismo con la obra pública apenas asumió Néstor Kirchner. Mi formación es en auditoría, yo soy abogada administrativista con especialización en auditoría, e investigue el tema de la obra pública. Nosotros ahí hicimos informes que prácticamente no tuvieron cobertura pública, pero después sí están en distintos libros y ahí ya esbozábamos el nombre de Lázaro Báez, junto con otros que también han sido detenidos en alguna instancia, como Julio de Vido, López, de todo este grupo de empresas y empresarios que empezaban a hacer las maniobras. Después lo reformulamos y lo ampliamos durante el 2005, incorporando cómo este grupo Lázaro Baez adquiría empresas chiquititas y simulaba licitaciones para aumentar el presupuesto oficial y teniendo ventaja porque Austral Construcciones recordemos que se creó pocos días antes de la llegada del kirchnerismo al poder y termina cuando se va Cristina con un capital inicial que era lo mínimo que requería la inspección de justicia para una sociedad».
Había demasiados indicios de lo que estaba sucediendo pero era luchar contra molinos de viento, con el poder que parecía darle el voto: «Teníamos muchas alertas nosotros, porque era tan fuerte denunciar a un presidente en ejercicio que había ganado las elecciones por más del 50 % de los votos y ahí decidimos en el 2008, con toda la prueba acumulada, iniciar la causa madre, de la que se desprende vialidad, que solo toma casos de vialidad, y también se desprende Otesur y Los Sauces, por eso lo lleva el mismo instructor, o sea el juez Ercolini y el fiscal Pollicita. Después hicimos un montón de ampliaciones a lo largo de esos años, creo que más de 30 ampliaciones. ¿Y cómo se hizo? Bueno, esa denuncia, la primera se hizo muy en soledad con Lilita Carrió, porque bueno, yo como abogada la firmo con mi matrícula, pero no podíamos decirlo por la incidencia que tenía. Y la acompañó todo el bloque de diputados de entonces de la Coalición Cívica, los que estaba Fernando Sánchez, Fernando Iglesias, estaba Patricia Bullrich, Tata Quirós y demás. Y después tuvimos muchas ampliaciones y ahí la conocimos a Mariana Zuvic, que venía investigando la corrupción en Santa Cruz, y a Daniel Gatti, que era un periodista que había hecho el primer libro sobre kirchnerismo, súper amenazado, que falleció. Y en ese día a día no nos dábamos cuenta, pero había mucha presión y mucha sensación de inseguridad, de miedo. Después, cuando lo detienen a Lázaro Báez, por supuesto, ahí empieza un derrotero donde ellos profundizan más la persecución, nos arman causas. Para nosotros fue muy duro, porque además no teníamos el acompañamiento de la sociedad mientras esto pasaba, y aún sigue pasando, pues yo hace poco fui a elecciones y no logré mi banca. Ellos sacaban muchos votos y nosotros muy pocos. Así que ellos, el kirchnerismo en el 2009 da en el decreto 54 del 2009, que es el que es mencionado en la resolución, nosotros lo incorporamos a la causa, que es realizar obras a través de un fideicomiso, relajar todos los controles, contratar de manera directa y esas fueron las condiciones, ese decreto que también facilitó mucho más las maniobras de lo que yo entiendo, es una asociación ilícita».
La denominada «Voluntad Popular» a veces es un impedimento para conocer la verdad, porque en la Argentina los personalismos terminan siendo totalitarios: «El kirchnerismo instaló mucho y hoy lo veo en Milei, que si tenés la voluntad popular, vos podés hacer con las instituciones lo que quieras. Y eso es peligroso, porque sentirte hiperpoderoso te lleva a estar siempre al límite de la ley. Y Cristina lo repetía ayer, que es como encarcelar el voto popular. En el discurso, el personaje político representa a la democracia, lo que es una locura, porque una persona no puede representar a la democracia de un país, pero es como que está muy arraigado que el Estado soy yo, yo soy el pueblo y las instituciones generalmente terminan decepcionando a través de estos líderes, porque le dan superpoderes. Se genera un personaje que está en la cúspide del poder de un país, que con esa delegación de poderes termina creyéndose que se puede hacer cualquier cosa y generando situaciones de debilidad institucional e inseguridad jurídica. Eso a la larga genera lo que nos generó durante el kirchnerismo, que nadie invierte por la inseguridad jurídica y vienen las crisis económicas. Así que creo que eso es lo que nos da la sensación de que somos un país un poquitito más serio a los ojos del mundo, pero sobre todo a los ojos de nuestros hijos».
Justamente ese legado es el que podrá dejar la tarea de Paula Oliveto durante todos estos años que no fueron sencillos para ella: «¿Cómo va a tener futuro un país donde hay tragedias terribles por la plata que se robaron y no hay reacción de las instituciones? A mí me hubiese gustado que el pueblo reaccionara, porque si los Kirchner tuvieron tantos años en el poder es porque se miró para otro lado ante las evidencias fuertes de corrupción. Como si el roban pero hacen hubiera calado muy fuerte en el sentir de los argentinos. Y me parece que esto es un quiebre y en la historia personal de uno también, porque ayer le decía a mi marido que me ayuda a explicarle a mis hijos el porqué de muchas cosas, porque cuando nosotros iniciamos esto, mi hijo que hoy tiene 16 años no había nacido y mi otra hija era muy chiquitita y ellos han vivido situaciones como familia. Entonces esto ayuda a cerrar también una época personal, política y sobre todo familiar. Yo siento que la tarea ya está cumplida. Seguramente tenemos otros desafíos. Milei es un desafío porque está pasando exactamente lo mismo que con el kirchnerismo, en el sentido de que no se lo puede investigar. Si hablas de Milei sos enemiga y te insultan en las redes. Y no, un diputado hace el contrapeso al poder ejecutivo y está en la Constitución. Y también hay una parte del periodismo que no quiere ver. Pero yo siento que en el caso mío di todo lo que podía dar».
Además, la causa Vialidad podrá también ayudar a encontrar elementos que son comunes con otras causas donde también está siendo investigada Cristina Fernández: «En las causas que vienen, que tienen que ver cómo se lavaba el dinero producto de la corrupción, yo creo que esto le va a dar basamento a Otesur y los Sauces, que todavía no tenemos fecha de juicio oral. Y es muy fuerte esa causa que iniciaron Margarita Stolbizer y Silvia Martínez y también me parece que en el tema cuadernos de la corrupción porque al describirse la matriz ya tenés el trabajo hecho de cómo estaba aceitado el procedimiento. Esto va a ser muy importante. Lo que pasa es que vamos a tardar años para que estas causas avancen».