La vecina de Chapadmalal fue una de las que se presentó en la Comisión de Salud del Concejo Deliberante para explicarle a los ediles la situación que están viviendo desde 2016 y que se agravó en 2020. Habló al respecto en la 99.9.
Los vecinos de Mar del Plata en la zona sur, siguen reclamando desde hace cuatro años (y un poco más) por un servicio mínimo de salud que hoy indican no tener. A punto tal, que muchos de los que habitan en esa zona tienen domicilio en Miramar porque les resulta más fácil trasladarse hasta allí y recibir la atención que en nuestra ciudad no tiene.
Algunos de los representantes de esa zona, estuvieron en la Comisión de Salud del Concejo Deliberante reclamando y explicando a los ediles lo que deben atravesar diariamente. Entre ellos estaba Paula Taborda de Chapadmalal que habló en la 99.9: “esto viene desde el 2016. En el 2020, en plena pandemia, los vecinos decidimos tomar acciones porque se quita la única ambulancia que había, según la respuesta de la Secretaria de Salud Bernabei para trasladar pacientes de COVID de la ciudad de Mar del Plata, como si nosotros no nos enfermáramos de COVID. Fuimos a la justicia, tuvieron que restituir la ambulancia, pero no al lugar donde estaba, con el chofer que estaba que conoce la zona, sino que la pusieron en la delegación que está acá en Chapadmalal, en un lugar que no es adecuado. Nosotros nunca nos quedamos tranquilos porque acá la gente sigue viviendo y siguen pasando cosas y tenemos menos que en el 2020, muchísimo menos”.
Ahora después de un largo tiempo, siguen con los mismos inconvenientes y por eso buscan respuesta municipal: “nos recibieron en la comisión de salud para exponer esta situación, contando la problemática que sigue siendo la misma, pero lo que no es lo mismo son los costos, la frecuencia del colectivo, la cantidad de gente que está viviendo en la zona sur-sur después del 2020. Fuimos con varias propuestas como para que nos escuchen y vean que es posible tener un sistema de salud en la zona sur-sur con la cantidad de gente que vive acá; porque tenemos lugares como para que funcione aunque sea una sala de primeros auxilios, la atención básica primaria”.
Si bien hay lugares donde pueden contar con atención, es en una franja horaria muy estrecha y luego se vuelve imposible: “nosotros tenemos la sala de Serena, y más al sur todavía tenemos en la unidad turística de Chapadmalal, hay un CAP, una especie de hospitalito como le decimos nosotros, que funciona mediante un turno que vos sacás por WhatsApp y te atiende una médica generalista. Ese no es el problema sino que después de las 12 no hay guardia, no hay ambulancia, no hay nada. Lo que no es fácil es cuando uno tiene un nene que no se le enfermó de 9 a 12, sino a las 4 de la tarde o a las 3 de la mañana y no tenemos colectivo, ni dinero. Un pasaje a nosotros nos sale el triple que a ustedes que viven en la ciudad, arrancan desde El Marquesado a $3000. Lo que tenemos acá como atención hoy es de 9 a 12 con turno sino es ir al Materno directamente. Mar del Plata no se termina en el Faro, se termina al límite con Miramar donde están El Marquesado, San Eduardo del Mar, al límite de las Brusquitas. Esta gente va a Miramar porque no le queda otra”.
Justamente sobre ese último punto, Taborda explicó porque los vecinos toman esa decisión: “muchos tienen domicilio en Miramar porque te atienden una emergencia o una urgencia como lo debe hacer cualquier médico, pero para atenderte en Miramar debes tener domicilio ahí. Eso es lo que exigen. La gente se cambia el domicilio como para tener una atención más rápida, porque nosotros estamos mucho más cerca de Miramar que del centro de Mar del Plata. No tiene el domicilio que le corresponde como marplatense porque está pensando en ver si se agarra un infarto, si se muere o no”. La falta de reacción del municipio, no deja de sorprenderlos porque siguen pasando los años y nada cambia: “no se entiende, estamos pidiendo algo básico, un derecho básico, tener una ambulancia que conozca el barrio principalmente, como la tuvimos durante años”.
A toda esta problemática se le suma que en el verano el tránsito se hace muy complejo en toda la zona y más aún si antes de fin de año inaugura la sucursal de Coto. Al respecto, Paula indicó que “esa es la parte que yo no entiendo. Cómo habilitan proyectos como Coto sin un lugar o un planeamiento, hay que organizar esta situación. Nosotros acá vemos mínimo un accidente por semana, porque la ruta complicada, pasan motos, camiones, ciclistas, es muy transitada. Tenemos dos escuelas con unas matrículas muy grandes. Ya no somos esta escuelita como cuando regresó mi hijo, que hoy tiene 20 años que eran 12 chicos por aula. Hoy no pasa eso. Hoy no existe eso. Hoy tenemos A y B, cosa que no pasó nunca en nuestro barrio, pero es por la cantidad de gente que se vino a vivir”.