La activista y educadora ambiental habló en la 99.9 sobre lo que está sucediendo en Tierra del Fuego y los problemas que se han ido acumulando.
Los incendios en Tierra del Fuego siguen expandiéndose por condiciones del clima adversas y elementos que no son los necesarios para combatir este tipo de problemática. La activista y educadora ambiental de esa provincial, Paulina Chaneton, dio detalles de lo que están viviendo cotidianamente a través de la 99.9.
“Lo que puedo contar es del último parte de ayer. Van más de 10 mil hectáreas afectadas, la cantidad es incalculable por una cuestión de que el sobrevuelo y el humo hace imposible saber cuántas son. Llovió muy poco y hay mucha sequía. Hoy se está tratando de enfriar algunas zonas, se extinguieron algunos focos y ahora surgió la novedad del fuego subterráneo. Hay mucha leña seca y mucha turba que es muy combustible por lo que hay focos subterráneos que es un peligro hoy”, puntualizó.
Lo que todavía no se pudo detectar es como se originó el fuego, algo en lo que seguramente se trabajará más adelante: “hay muchas teorías de como se originó el fuego pero la justicia está investigando. Es una reserva y ahí está prohibido hacer fuego. Hay mucha gente que va a pescar y hay rumores sobre un fogón mal apagado. Todavía la energía no está puesta 100% en la investigación aunque ya comenzó”.
El manejo de la situación no fue óptimo y los fueguinos lo saben, por eso han expresado su descontento y lo siguen haciendo: “la gente está muy enojada porque es una reserva, tenemos todo bosque nativo. El daño es totalmente irreparable y todo el tiempo que se dejó pasar, se traduce en hectáreas quemadas. Lo que sucedió es que dejaron pasar una semana hasta que solicitaron el refuerzo a la gente de Manejo del Fuego, entendemos que hay un protocolo y la provincia cumplió con eso para solicitar la ayuda. En ese tiempo, las primeras horas fueron críticas y cuando se dieron cuenta que era inmanejable porque el clima era tremendo, ahí empezó la lluvia de críticas de porque no está el avión hidrante a disposición cuando se lo necesita”.
Sólo con ver como avanzó todo en los primeros días, se podría haber tomado otra decisión, pero en nuestro país tanto en el norte como en el sur, todo llega mal y tarde: “al tercer o cuarto día ya sabíamos que eso se iba a poner peor. La crítica pasaba por no tener el recurso a mano en la isla para el momento que se lo necesite. En la meteorología hay ventanas donde corta el viento y se puede usar el recurso, eso no lo tuvimos a tiempo. El incendio comenzó el 30 y recién el 6 llegó un avión hidrante y un helicóptero que poco pudieron hacer. Hace 4 o 5 días, la provincia contrató otros dos aviones hidrantes más que son de fumigación”, indicó Chaneton.
A este problema, se le van sumando otras dificultades increíbles: “muchos de los rescatistas que vinieron están con retención de tareas porque les deben comisiones desde agosto. La situación se está complejizando cada vez más, está lejos de ser controlada”.
Antes pasó en el norte, ahora pasa en el sur, pero la respuesta del Programa de Manejo de Fuego sigue sin ser eficiente: “para toda la Argentina tenemos, en total, 13 aviones hidrantes incluidos los de fumigación y con esto no alcanza. Es momento de replantearnos los recursos y como los utilizamos”.