El fiscal Rodolfo Moure explicó esta mañana en la 99.9 que han pedido la elevación a juicio oral por el crimen de Gastón Bustamante en Miramar, buscando comprobar si el autor fue su cuñado Julián Ramón. Por otro lado, anticipó que también se realizó el mismo pedido para el caso de Melina Briz.
En las últimas horas, el fiscal Rodolfo Moure cerró la etapa de investigación en el crimen de Gastón Bustamante, ocurrido en Miramar en noviembre de 2011. En consecuencia, y con la hipótesis más fuerte, se pidió la elevación a juicio oral para saber si el cuñado de la víctima, Julián Ramón, es quien lo asesinó.
Esta mañana en la 99.9, Moure indicó que “se cerró la investigación porque el Código de Procedimiento exige que se desarrolle en un determinado plazo. Hemos investigado un sinnúmero de hipótesis y la que más avanzó fue la de Julián Ramón. El siguiente paso es pedir la elevación a juicio oral al Juez de Garantías, para discutir así la prueba que se recolectó y determinar si Ramón es culpable o no”.
Desde un primer momento, las líneas de investigación fueron tres: “las pruebas que recolectamos sustentan la hipótesis de Julián Ramón. Se manejaron tres hipótesis, la primera tenía que ver con el entorno familiar y se investigó incluso a la madre, pero no cobró fuerza porque no se avanzó con la prueba necesaria. La segunda hablaba de delincuentes comunes, por lo que se extrajo sangre y huellas dactilares a delincuentes de la zona; pero tampoco tuvo resultados contundentes. La tercera ponía a Julián Ramón como autor del hecho; esa sí avanzó”.
La prueba más firme en su contra es una huella digital hallada en un televisor de la casa. Moure puntualizó que “sería uno de los elementos que tocó esa mañana cuando murió Gastón Bustamante. El televisor, no hay duda que fue tocado por quien asesinó a Gastón esa misma mañana. Con la huella sola no hacíamos nada, por eso están los testimonios de los padres y la hermana de Bustamante. Ninguno dice haberlo visto tocar el televisor el día que él dice y de la forma que lo indica”. Luego abundó: “a eso se suma una reconstrucción de la noche previa al crimen, cuando dice que tocó el televisor. La pericia dice que no tenía motivo para mover el televisor y que la forma en que lo movió no cambiaba en nada el ángulo de visión”.
Otro de los casos que tiene bajo su órbita el fiscal Moure es el crimen de Melisa Briz. Después de los vaivenes generados por la defensa de Ariel Troncoso, la causa fue también elevada a juicio oral para que un tribunal juzgue al acusado de acuerdo a las pruebas. “Hicimos la elevación a juicio hace tres semanas. Entendimos que el término pasado de casi un año era suficiente. Aquí la prueba es contundente, no se discute la autoría del crimen por parte de Troncoso sino la forma en la que se llevó adelante el procedimiento”.
Por otro lado, adelantó que “por la pericia de ADN, la Fiscalía entiende como hipótesis un abuso sexual seguido de muerte. Entonces, en vez de hablar de una pena de 8 a 25 años, pasamos a una pena de prisión perpetua. Perpetua es 35 años y es posible que uno esté preso toda la vida, pero lo que implica es que a los 35 años de prisión se puede pedir la libertad condicional y si se la niegan tiene que esperar 5 años más para hacer nuevamente el pedido, y así sucesivamente. El único caso de perpetua que conozco es el de Robledo Puch”.