En junio de 2020, participaron en un acto de homenaje a las víctimas de la matanza de Tiananmen prohibido por las autoridades a causa de la pandemia.
Nuevo bofetón judicial para la oposición de Hong Kong. Este miércoles, nueve veteranos activistas y ex parlamentarios del bando prodemocrático fueron condenados a entre seis y diez meses de cárcel por su participación el año pasado en una vigilia en recuerdo a las víctimas de Tiananmen prohibida por la policía.
Entre los sentenciados se encuentran Albert Ho, un veterano abogado y ex vicepresidente del grupo encargado de organizar desde 1990 este acto de homenaje (la Alianza de Hong Kong en Apoyo de los Movimientos Patrióticos Democráticos de China), que fue penado con diez meses entre rejas por incitar y asistir al evento.
Otras figuras relevantes ajusticiadas son los ex legisladores Eddie Chu o Leung Kwok Hung (conocido popularmente como “pelos largos”) o el ex líder del Frente Civil de Derechos Humanos, Figo Chan, cuya organización estuvo detrás de algunas de las masivas manifestaciones que sacudieron el territorio en 2019.
“Los acusados ignoraron y menospreciaron una verdadera crisis de salud pública”, aseveró la jueza Amanda Woodcock. “Creyeron, errónea y arrogantemente, que su propósito común era más importante que proteger a la comunidad o el derecho público a la protección de un riesgo grave para la salud”, añadió.
Durante el acto, los simpatizantes de los acusados se pusieron de pie, saludaron y gritaron consignas como “¡aguantad!”.
Durante casi tres décadas, Hong Kong fue el único territorio chino en el que se permitía celebrar en evento para homenajear a los asesinados en la plaza pequinesa en 1989 a manos del ejército chino.
Este acto era uno de los símbolos más visibles de las libertades políticas y la autonomía de la que gozaba la ex colonia británica, que volvió bajo soberanía china en 1997 bajo el principio de ‘un país dos sistemas’.
En los dos últimos años, las autoridades han prohibido la celebración del acto por la pandemia. Sin embargo, la oposición cree que se trata de una maniobra para silenciar a los críticos, cuyas principales figuras han sido arrestadas, puestas en prisión o han huido al extranjero después de que Pekín impusiera el pasado 2020 en el territorio su controvertida Ley de Seguridad Nacional.
Aún así, miles de personas desafiaron el año pasado la prohibición y acudieron al acto, que no registró mayores incidentes. Desde entonces, 26 personas han sido inculpadas por su papel aquel día, de los que dos están ahora en el exilio, ocho serán juzgados en noviembre y el resto ya han sido sentenciadas.
El fallo de hoy llega una semana después de que los líderes de la Alianza fueron acusados en otro proceso de incitar a la subversión, uno de los delitos consignados en la Ley de Seguridad Nacional y penado con hasta cadena perpetua para los casos más graves.
Asimismo, la policía registró y se incautó de numeroso material del Museo 4 de Junio, el único en territorio chino consagrado a la masacre que tuvo lugar en Pekín hace más de tres décadas.