El proceso de extradición del empresario colombiano Alex Saab podría tomar al menos dos meses más en llegar a una resolución en Cabo Verde, dijo el jueves su equipo de defensa restándole importancia a versiones de que Estados Unidos ya envió un avión para recogerlo.
El jefe del equipo de defensa, el ex juez español Baltazar Garzón, dijo que el empresario cuenta con dos o tres recursos de apelaciones más e insistió en la necesidad de colocar a su defendido bajo arresto domiciliario por razones humanitarias.
Tras resaltar que Saab se encuentra actualmente recluido bajo condiciones infrahumanas, Garzón calificó de absurdos los señalamientos de que el empresario planea escaparse de ser beneficiado con el arresto domiciliario.
“Lo tengo que desmentir absolutamente. Ni hay fórmula, ni hay datos, ni hay intención, sencillamente porque no tiene por qué haberla, porque Alex Saab ha dicho muy claro a su defensa … que está totalmente convencido de su inocencia y lo que busca es que se le reconozca jurídicamente su estatus diplomático”, dijo Garzón en diálogo con el Nuevo Herald.
“Todo esto es algo que me parece algo absolutamente absurdo. Primero porque está en una isla, segundo porque hay mil forma de garantizar la presencia y la sujeción al proceso de Alex Saab”, agregó.
El empresario, que es acusado de ser un testaferro del gobernante venezolano Nicolás Maduro, fue detenido el 12 de junio cuando su avión hizo escala en Cabo Verde rumbo a Irán. El régimen de Caracas rápidamente protestó la detención, argumentando que Saab es representante diplomático de Venezuela que disfruta de inmunidad.
El Tribunal de Apelación caboverdiano de Barlavento aprobó la extradición del empresario para que enfrente cargos introducidos por la fiscalía federal del Sur de Florida de que desfalcó $350 millones de las arcas estatales de Venezuela al pagar sobornos para obtener jugosos contratos.
Esa decisión propició una serie de versiones de prensa pronosticando que la extradición del empresario es eminente, incluyendo artículos publicados en Colombia resaltando que el Departamento de Justicia de Estados Unidos ya había enviado un avión a Cabo Verde para irlo a buscar.
El equipo de defensa hasta el momento no ha obtenido ningún tipo de confirmación de que ese avión haya llegado a la isla.
Al describir el proceso judicial que los abogados tienen por delante, Garzón dijo que el primer paso es la apelación a la decisión del lunes, la cual se está preparando y está por ser introducida en los próximos días ante la sección criminal del Tribunal Supremo del país.
De perder esa moción, la defensa luego tendría la posibilidad de apelar nuevamente ante el Tribunal Supremo en pleno, y de perder allí también, los abogados tienen la posibilidad de introducir otras mociones centradas en aspectos constitucionales del caso que pueden ser usados en un recurso de amparo para bloquear la extradición, dijo.
Previamente, el ex juez español había advertido que Saab estaba siendo recluido bajo situaciones extremas en Cabo Verde, encerrado sin luz por 23 horas al día y obligado a bañarse con un balde de agua.
“La situación de Alex Saab en prisión en Cabo Verde es insostenible. La defensa tiene constancia de que permanece encerrado 23 horas al día sin luz. Su celda es de 2 metros por 2 metros, que incluye un hueco en el piso para hacer sus necesidades y encima bañarse con un balde”, declaró Garzón en el mensaje escrito en agosto. “Con un calor extremo. Y esto respecto de una persona que tiene serios problemas de salud derivados de dolencias anteriores y que ha perdido casi 20 kg en 54 días”.
El propio Saab había denunciado en una carta enviada en septiembre al diario español El Mundo que había sido torturado por cuatro empleados caboverdianos que Estados Unidos tenía dentro de la prisión.
Pero la Fiscalía General de Cabo Verde dijo que después de realizar una visita sorpresa a la prisión determinó que no había evidencias de tortura. “Por lo contrario, hay fuertes indicaciones de que ha estado mutilándose dentro de su celda”, reportó.
El colombiano, que cumplió 49 años el pasado 21 de diciembre, mantuvo siempre bajo perfil hasta que apareció en la prensa, cuando la exfiscal venezolana Luisa Ortega lo acusó, en 2017, de ser uno de los socios de Maduro.
El empresario, nacido en Barranquilla y de origen libanés, está relacionado con varias empresas, entre ellas Group Grand Limited, acusada de suministrar con sobre costos alimentos para un programa de ayudas alimenticias del régimen de Maduro, conocido como CLAP.
Un funcionario del gobierno estadounidense indicó en julio de 2019 que con los CLAP el empresario colombiano y tres hijastros de Maduro se lucraron, al parecer, con “cientos de millones de dólares”.
Estados Unidos también presentó cargos contra Saab y su mano derecha, Álvaro Enrique Pulido, a quienes acusa de blanquear hasta 350 millones de dólares (unos 296 millones de euros) supuestamente defraudados a través del sistema de control cambiario en Venezuela.