Tras una serie de reclamos y protestas de familiares de víctimas de accidentes de tránsito, el Gobierno de Los Angeles aprobó una serie de recomendaciones que incluye castigos más severos para quienes huyen de los siniestros.
En lo que va del año, en la ciudad de Los Angeles, Estados Unidos, se han registrado más de 14 mil casos de “hit and run“, un 3% más que el año pasado. “Es una crisis real”, señaló Mike Williams, comandante de la Policía de la ciudad (LAPD).
El pasado martes, los concejales aceptaron diferentes proyectos de ley que impondrán penas más duras para quienes huyan de la escena de un choque. Entre otras cosas, se revocará la licencia de conducir y el decomiso de los vehículos, los accidentes serán considerados como una “ofensa grave” y se elevará de tres a seis años la prescripción en historiales de manejo.
Esta última propuesta legislativa, del asambleísta angelino Mike Gatto, fue aceptada en Sacramento hace unos días y ahora espera la firma del gobernador Jerry Brown.
Desde el Cabildo, también le solicitan al LAPD que agregue a su base de datos todos los reportes de los casos de “hit and run”, inclusive los que solo han dejado daños materiales.
Los casos son muchos, pero entre los más populares se encuentra el ocurrido el pasado viernes cuando un chico de 16 años fue atropellado y murió en un cruce peatonal marcado en la avenida Normandie, cuando se dirigía de la iglesia a su casa. El responsable, que conducía un sedán blanco, huyó. Otro hecho fatal fue protagonizado por Ernesto Meléndez, quien abrió la puerta del auto a su novia y, cuando se dirigía al asiento del conductor, fue embestido. “La persona que lo hizo ni se molestó en detenerse”, dijo su hermana. La Policía ofrece ahora una recompensa de $50 mil por su captura.