Luego de que apareciera carne de perro en albóndigas, comenzó una exhaustiva investigación siguiendo la sospecha de que un productor de Amsterdam importaba cadáveres de perros desde España para usarlos en alimentos.
Según un diario español, un mayorista de productos cárnicos de la ciudad de Amsterdam habría estado importando cadáveres de perros desde España para utilizarlos en la producción de alimentos destinados al consumo humano.
Un portavoz de la autoridad holandesa de seguridad en el consumo (NVWA) aseguró que no conocía los resultados de la investigación en España y que no han recibido información oficial al respecto, pero que tratarán de aclarar la situación a través de los canales oficiales.
Según el diario que ha denunciado las situación, la propietaria de un refugio para animales en Pontevedra alertó hace un año sobre la desaparición de los perros e indicó que una empresa le pagaba a los propietarios por deshacerse de sus mascotas muertas. El problema surgió cuando uno de ellos quiso despedirse de su mascota, ya que no había estado presente en el momento de su muerte. Esta persona asegura que desde la puerta vio cómo deshuesaban a los animales.
La Guardia Civil de Vigo está siguiendo la investigación y confirmó que esta empresa desviaba la carne de las mascotas domésticas para la fabricación de productos también para animales. En Holanda, el importador sería un mayorista de carnes de Amsterdam que fabricaba alimentos para uso animal, y que podría haber utilizado los mismos insumos para mezclarlos en preparados alimenticios destinados a personas.
Sin embargo, el NVWA afirma que aún no se ha detectado la presencia de carne de perro en esos alimentos. Pero sí se han multiplicado los análisis de productos alimenticios. Por tal motivo, la Comisión y el Consejo europeos realizarán una serie de análisis de ADN en los productos cárnicos con el objetivo de descartar la presencia de productos extraños.