El caso ha llevado al Ministerio de Educación a revisar el reglamento de empleados públicos para que contenga un apartado específico que regule el uso de los docentes de las redes sociales. Fueron los padres de los alumnos los que «encontraron» el perfil.

Una profesora de una escuela infantil católica en la localidad de Treviso ha desatado una fuerte polémica en Italia tras descubrir los padres de unos alumnos que tenía una cuenta en la plataforma de índole sexual OnlyFans. El caso ha llevado al Ministerio de Educación a revisar el reglamento de empleados públicos de 2023 para que contenga un apartado específico que regule el uso de los docentes de las redes sociales.
La maestra, Elena Maraga, abrió una cuenta en OnlyFans y su imagen fue «encontrada» por los padres de los niños, según informa Il Corriere de la Sera. El director de la escuela habló con ella y le pidió que borrara el perfil, acusándola de que estaba arruinando la imagen del centro, pero ella insistió: » No me avergoncé y no me avergüenzo de lo que hice «. Ahora corre el riesgo de ser despedida: ha sido suspendida de la docencia, a la espera de una resolución legal del asunto.
Mientras, su historia está en el centro del debate público y político. El Gobierno estudia revisar el estatuto que establece los derechos y deberes de los profesores para hacer referencia a cómo han de comportarse en redes sociales y el modo en que éste puede influir en su papel como educadores de menores con los que están en estrecho contacto diariamente y pueden ser determinantes en su desarrollo emocional y social.
El Código de la Función Pública de 2023 regula además específicamente las «expresiones», según detalla el diario italiano: se prevé que los empleados públicos » deben evitar declaraciones, imágenes o comentarios que puedan perjudicar el prestigio o la imagen de la administración « y se especifica que las administraciones podrán establecer una «política de redes sociales», estableciendo así qué se puede y qué no se puede publicar sin comprometer la reputación de la administración.
En el pasado, ya se ha hecho referencia a estas normas para reprender ciertos comportamientos «inadecuados» de los docentes, que son a todos los efectos empleados públicos: Alfonso D’Ambrosio, premiado como mejor docente innovador en 2016, tuvo que afrontar un proceso disciplinario en 2020 por 16 publicaciones en Facebook en las que criticaba a la ex ministra de Educación Lucia Azzolina y recientemente, el profesor y escritor Christian Raimo también fue suspendido de la docencia durante tres meses -con reducción de la mitad del sueldo- tras insultar al actual titular de la cartera, Giuseppe Valditara.
La intención del Gobierno es modificar parte del texto para que se adapte específicamente a las características del trabajo de los docentes y tenga en cuenta especialmente el comportamiento que deben mantener en las redes sociales, que se han instalado en todos los ámbitos de la vida laboral y privada. Abogados y funcionarios del ministerio ya están trabajando para integrar las normas para que se adapten a diferentes situaciones.
Mientras tanto, también la Federación Italiana de Escuelas Infantiles está impulsando la idea de elaborar un código ético que pueda regular el comportamiento de los docentes en las redes sociales: se votará en la próxima asamblea provincial, el 30 de abril. Sin embargo, este documento sólo afectaría a las escuelas infantiles privadas de inspiración cristiana, como la de Treviso.