Desde el 17 de junio las barbas, patillas, bigotes y otros aspectos faciales serán limitados para los varones uniformados de NYPD, según una orden interna que busca “reflejar los altos estándares de profesionalismo del departamento”.
Barbas, patillas, bigotes y otros aspectos faciales serán limitados para los agentes varones uniformados, según una orden interna de NYPD que se hará efectiva el 17 de junio.
La norma, que sigue a una reciente ofensiva contra policías vestidos descuidadamente, no se aplica a agentes encubiertos ni a aquellos a quienes se les han concedido exenciones religiosas o médicas.
El nuevo edicto se detalló en una orden interna del 3 de mayo, llamada “Política de vello facial”, y se aplica a todos los agentes de policía, seguridad escolar y tránsito. Se emitió “para garantizar que todos los miembros uniformados del servicio reflejen los altos estándares de profesionalismo del departamento”, dijo un portavoz de la policía de Nueva York.
NYPD relajó sus reglas sobre el vello facial en 2020, dos años después de que se llegara a un acuerdo en una demanda colectiva presentada por un policía musulmán, recordó Daily News.
El oficial Masood Syed, un musulmán sunita que había sido suspendido por negarse a recortar su barba de una pulgada a 1 milímetro de longitud -el máximo permitido por el departamento- argumentó que las reglas sobre el vello facial eran inconstitucionales.
La Asociación Benevolente (PBA), el sindicato de policía municipal más grande del mundo, señaló el jueves que la dificultad para evaluar de manera justa a todos aquellos que solicitan una exención religiosa o médica “fue una de las razones por las que el departamento cambió la política para permitir barbas” en 2020.
“Dado que el departamento decidió volver al enfoque anterior la PBA está monitoreando para garantizar que el proceso se administre de manera justa y que el departamento cumpla con todos los términos del acuerdo de 2018”.
La exención médica generalmente involucra a oficiales negros afectados con pseudofoliculitis, una afección de la piel en la que los pelos de la barba se curvan hacia atrás y penetran la piel, lo que hace que el afeitado sea doloroso. En tales casos, la barba puede medir hasta media pulgada de largo, dice NYPD.
La misma regla de media pulgada se aplica a aquellos que obtienen una exención religiosa, aunque los oficiales observantes pueden pedir que les dejen crecer la barba.
La nueva orden interna también recuerda a los oficiales y agentes que todavía se permiten bigotes y patillas, un estándar desde que se fundó el departamento en 1845, pero hay límites: no se permiten bigotes “que se extiendan más allá [o] que caigan debajo de las comisuras de la boca” ni patillas “que se extiendan por debajo de la parte inferior del lóbulo de la oreja”, según la orden.
Las medias barbas y de “diseñador” -aquellas que incluyen nombres, patrones o logotipos- siguen estando prohibidas. El comisionado Edward Cabán, que luce una barba alrededor de la boca, está exento porque las nuevas medidas no aplican a los funcionarios civiles.
“Creo que en cada profesión, si te lo tomas en serio y actúas profesionalmente, te vistes profesionalmente, te presentas de la misma manera, eso gira en torno a todo lo que haces. Si no estás preparado, si eres descuidado, eso habla de quién eres. Esperamos profesionalismo en todos los aspectos”, dijo en abril el inspector Paul Saraceno, quien ha liderado el comité de revisión de la imagen y el uniforme de los oficiales NYPD.
Se desconoce qué tipo de reacción pueda tener esta medida entre los oficiales, que llevan años molestos por otros varios factores, según líderes sindicales: en los últimos años NYPD ha estado lidiando con un déficit de agentes.
A mediados de mayo la plantilla de NYPD -el mayor cuerpo policial de EE.UU.- era de 33,695 agentes, la cifra más baja desde 32,451 en 1990, según estadísticas del departamento y la Oficina Independiente de Presupuesto (IBO) de la ciudad. El problema no es nuevo –más de 2,500 agentes dejaron NYPD es 10 meses de 2023-, pero está empeorando a medida que las jubilaciones han aumentado este año 11%.
Las causas esgrimidas por los sindicatos siguen siendo las mismas: largas jornadas de trabajo, la retórica anti policial respaldada incluso por algunos políticos y la reforma penal activada en 2020 que algunos asocian con impunidad y anarquía.