Tras desechar ofertas de la Liga de Brasil, Diego Romero vuelve a Quilmes y a la Liga Nacional. Antes de empezar la pretemporada, el pivote reconoció que regresar es un gran desafío, ya que tiene una “deuda interna” con el conjunto tricolor.
Nació en Misiones, aunque desde chico se instaló en Comodoro Rivadavia y ése es su lugar en el mundo. Pero Diego Romero tomó la decisión de no continuar en Gimnasia y optó por aceptar el desafío de ser protagonista en el nuevo Quilmes que encarará la próxima temporada de Liga Nacional tras el ascenso a la elite.
En declaraciones al programa “Fair Play” de la emisora comodorense Radiocracia, el basquetbolista habló de su vínculo con Quilmes y de sus expectativas para la próxima temporada en Mar del Plata. “Yo siempre dije en mi entorno que tengo una deuda interna con Quilmes, y eso mucha gente no lo sabe. El año que me rompí la rodilla el único club que me llamó fue Quilmes. Es un buen desafío. Voy como un jugador importante para las pretensiones del club. Es una responsabilidad muy linda. Me gusta”, expresó.
Más allá de su relación afectiva y familiar con la Patagonia, Romero sabe que llega a una destacada plaza basquetbolística del país, con una localía fuerte que conoció muy bien en su anterior paso durante la temporada 2007/2008. En ese sentido, aseguró: “Once Unidos es una cancha en la que da gusto jugar. Quilmes mete mucha gente. Los hinchas empujan mucho. Da placer jugar en Once Unidos con la camiseta del local. A mí me gusta jugar, y mucho. Es lo que más disfruto. Sé que no tengo mucho tiempo más, tengo fecha de vencimiento. Por eso voy y juego en cualquier lado, en cualquier país, con cualquier equipo que me permita competir. Me gusta Mar del Plata, pero mi lugar en el mundo es Comodoro”.
Refiriéndose a la definición de su futuro deportivo, que se dilató unos cuantos días, Romero contó por qué eligió Quilmes y explicó los motivos por los cuales decidió no ir a jugar a la Liga de Brasil: “en lo deportivo, pienso que Quilmes y Gimnasia son dos equipos muy parejos. Uno puede arrancar bien en octubre y otro puede terminar muy bien en los play off. La opción era Brasil. Este año tuve más ofertas que en toda mi carrera junta. Sabía que había hecho una buena Liga; eso demoró mi decisión. Esperé lo que más pude, pero las ofertas de Brasil eran bajas; esa es toda la verdad. Hubo dos equipos que me pidieron prórroga para mejorar la oferta y lo hicieron, pero no me convencieron. Yo tengo 30 años. No puedo regalar nada. Vos vas como extranjero a Brasil y podés llegar a cobrar por seis meses. No es como acá, que estás diez meses. Ellos prefieren jugar con todos nacionales”.
Ante el comienzo de una Liga distinta que no tendrá descensos por dos años, el flamante pivote de Quilmes opinó: “si no hubiese pasado lo de los descensos, no hubiese tardado tanto en decidir. Eso me dio ganas de irme a Brasil, porque no me convence por ningún lado que no haya descensos. Igual le voy a poner el lomo y voy a apoyar lo que se decidió. Quiero ayudar para que la Liga mejore. No me convenció. Hay muchos chicos con problemas para conseguir trabajo. Por ejemplo, Quimsa está haciendo unas mejoras increíbles en su cancha. Si la medida va para ese lado y significa que dentro de dos años vamos a tener mejor infraestructura y la Liga vuelve a ser competitiva, creo que dos años de sacrificio no son una locura”.
Es cierto que en las reuniones que se llevaron a cabo en la Asociación de Clubes, en las que se decidió el nuevo formato de la Liga, faltó la postura de los jugadores. En ese aspecto, Romero dijo: “nosotros nos dormimos. Creo que en las reuniones faltó la palabra de los jugadores. También dijeron que iba a haber un lapso sin contrataciones y hubo una gran cantidad de llamados a jugadores. Lo de los extranjeros iba a ser normal. Seguro que el tema del dólar tuvo que ver. Si estas nuevas medidas van a ser para hacer mejoras, bienvenido sea. Hay clubes que están invirtiendo, por ejemplo en aire acondicionado, y eso es muy necesario porque hay canchas en las que no se puede jugar”.
El hermano de Sergio
El pivote de Quilmes es hermano del arquero de la selección argentina de fútbol, Sergio Romero, a quien acompaña cada vez que puede. “La idea es ir al Mundial el año que viene. Por eso ya quería ir a jugar a Brasil. Fui a la Copa América”, contó. “Mi hermano tiene que atajar hasta el día que se canse y lo decida. Es el mejor arquero del fútbol argentino. Pero no es mediático. Las veces que da entrevista en la selección, es porque le toca ese día. Es perfil muy bajo”, contó Diego, el basquetbolista, sobre su hermano Sergio, el futbolista.