El economista Andrés Chambouleyrón habló esta mañana en la 99.9 sobre la reducción de subsidios que implementará el Gobierno. Explicó que “la conferencia no dejó nada claro, no se les entendió nada”.
La quita parcial de subsidios a los servicios despertó varias inquietudes entre los argentinos. Varios especialistas coinciden en que lo anunciado oficialmente en conferencia de prensa carece de claridad alguna sobre las modalidades de aplicación.
Esta mañana en la 99.9, el economista Andrés Chambouleyrón brindó su opinión y advirtió que “la conferencia no dejó nada claro, no se les entendió nada. No se sabe de qué hablan cuando se refieren a las facturas porque lo que aumenta es solo el precio del gas, lo que está en metros cúbicos; además, hay otros componentes de la factura”.
Más allá de la explicación poco práctica, parece que el camino que se ha tomado no tiene mucho que ver con los objetivos anunciados. “Aunque se entendiera, no queda claro si la medida irá en el sentido de los objetivos que planteó el Gobierno, como reducir el consumo, un objetivo fiscal de gastar menos. Pero la medida no va en ninguno de esos sentidos. Me parece un buen objetivo reducir el consumo, pero se tendría que haber subido mucho más a la industria y mucho menos a los hogares”, destacó el economista.
Por otro lado, la idea de reducir el consumo de gas se vuelve difícil de lograr en los hogares a pocos meses de comenzar el invierno: “la reducción de un 20% del consumo en el hogar significa apagar el calefactor todo el invierno 5 horas por día, es mucho. En el consumo de gas no hay mucho derroche. Además, el gasto público no va a bajar por la redistribución, que tampoco es efectiva porque los pobres terminan subsidiando a la industria”.
Una de las medidas que va en el camino del ahorro apunta a modificar la tecnología de los termotanques y calefones para evitar que el piloto se encienda constantemente. Al respecto, ya se presentó un proyecto de ley. Pero Chambouleyrón señaló que “se necesita financiamiento para que la gente pueda cambiar el termotanque. Hay casas que tienen caldera, termotanque y calefón con piloto todo el año prendidos. Eso es una locura, hay que cambiarlo, pero se necesita financiamiento y eso lo debe aportar el Estado”.
De acuerdo a las explicaciones oficiales, lo planteado no servirá de mucho: “lo poco que sabemos es de dudoso éxito. Creo que el consumo, así como están dadas las cosas, no va a bajar. Si esto no sucede y se debe importar la misma cantidad de gas, ¿para qué sirvió todo esto?”.
Según Andrés Chambouleyrón, los tiempos políticos también terminan jugando en contra: “esperaron hasta último momento, después de la devaluación y el aumento de los precios de principio de año se asustaron y sacaron esto muy mal hecho, mal pensado, diseñado y presentado. Ahora, todos se están dando cuenta de que no se puede implementar, las distribuidoras no saben cómo hacer”. Pero, consciente de que la clase política nacional suele actuar así, también aclaró que “pedirle a un político que arregle las cosas antes de tiempo, cuando lo que piensa es tirarle el ajuste al que lo suceda, es pensar que tiene un costo político que no quiere afrontar”.